La fuerza de un régimen no ha podido derrotar al Michelena. (Foto Clemente Espinoza)
Alfredo Fermín
Con la inauguración de la 67 Bienal Arturo Michelena, este domingo a las 11 de la mañana, el Ateneo de Valencia continúa demostrando su fortaleza y su desafío a la brutalidad y al abuso con que ha actuado el Gobierno nacional, para tratar de impedir la presentación de la más importante muestra del Arte Contemporáneo Venezolano.
Desde 2007 el Ateneo de Valencia fue despojado de su sede en la avenida Bolívar y de su patrimonio por órdenes del exgobernador Luis Felipe Acosta Carles. Pero la junta directiva de la institución que preside Elis Mercado, exrrector de la Universidad de Carabobo, ha logrado continuar presentando la Bienal Salón Arturo Michelena con el apoyo de los alcaldes Miguel Cocchiola, de Valencia y Alejandro Feo La Cruz, de Naguanagua y de empresas del sector privado.
Elis Mercado, presidente del Ateneo de Valencia, califica a la Bienal de acto de resistencia cultural para estimular, con el Arte, a la ciudadanía l como manera de reafirmar los valores democráticos y de la libertad.
“Esta cuarta edición de la Bienal Salón Arturo Michelena, fortalece a la institucionalidad del Ateneo de Valencia que, por encima de las vicisitudes y la situación del país, continúa organizando y presentando esta confrontación”, declaró el museógrafo Alberto Asprino.
El Michelena sigue siendo el epicentro de la promoción de los artistas del país, lo que le da una proyección nacional, pues desde la región carabobeña se ofrece una idea de país con el encuentro de creadores venidos de todas partes.
La Bienal, que se presentará en la Galería Braulio Salazar, el Gabinete del Dibujo y de la Estampa y en la sala de exposiciones del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre, de El Carabobeño, está dedicada a la memoria del maestro de la pintura Oswaldo Vigas y es un homenaje al periodista Alfredo Fermín, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Carabobo, “en reconocimiento a su labor de difusión y defensa del patrimonio, del arte y de la cultura de esta ciudad”.
El acto inaugural tendrá lugar en la Galería Braulio Salazar, donde el presidente del Ateneo de Valencia, Elis Mercado, pronunciará el discurso de bienvenida. Estarán presentes la rectora Jessy Divo de Romero y su equipo rectoral; los alcaldes Miguel Cocchiola y Alejandro Feo La Cruz, quienes con representantes de la empresa privada, han contribuido a la realización de esta muestra. Como es costumbre concurrirán artistas, animadores culturales del país venidos de diversas regiones.
Hay una diversidad no solo en las propuestas plásticas, sino generacionales con obras de artistas de reconocida trayectoria, que han ganado premios y otros que se habían retirado y ahora regresan para compartir con artistas emergentes. Esto da sentido de inclusión, de pertenencia al Michelena como escenario para la promoción y el diálogo.
Aunque hay presencia de las diferentes tendencias del arte actual, domina la pintura en versiones figurativa, geométrica y abstracta como sucede también en las obras tridimensionales. Hay exploraciones con videos.
La reducción de las medidas de las obras de 2×2 m a 1,50×150 permitió que el espacio fuese tratado mucho mejor desde el punto de vista museográfico para que las obras establezcan un diálogo en las tres estaciones que tiene la Bienal.
Asprino, museógrafo de la Bienal, concibió un diseño que permite que en cada estación haya una representación nacional de la totalidad de obras que integran la muestra. Esto significa que la selección no se hizo por géneros por lo cual ninguna tendencia está beneficiada por la preferencia.
El montaje cambia por las características del espacio. La Galería Braulio Salazar, por contar con mayores espacios, tiene más obras; el Gabinete del Dibujo y del Grabado tiene un carácter intimista y la gran sala del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre está en la escala intermedia con piezas bidimensionales en su mayoría.
Para Asprino el conjunto de obras crea interrogantes porque no hay una tendencia marcada.
Es un salón de mucha diversidad que crea complejidades en cuanto a descifrar hacía donde va el Arte Venezolano.
Esas interrogante tienen que ver con la idea de país, de diversidad, pluralidad e identidad. Eso, de alguna manera refleja el país que queremos que no está definido pero crea inquietudes”.
