El Carabobeño se ha convertido en una escuela para muchos profesionales. (Foto Archivo)

Para todo aquel que ha llegado a ejercer el periodismo en esta sala de redacción es inevitable borrar el trazo que marcó en sus vidas un antes y después de El Carabobeño. Hoy quienes formaron parte de esta familia hacen llegar sus palabras de apoyo.

Víctor Osta: respetada trayectoria


Víctor Osta. (Foto Archivo)

La situación de El Carabobeño, escuela de periodistas de reconocida y respetada trayectoria en el país y más allá de nuestras fronteras, emblema de la libertad de expresión y de la prensa libre e independiente, es realmente preocupante y, por lo tanto, nos concierne y compete a todos alertar sobre las graves consecuencias de su desaparición, por falta de papel, dejando atrás 81 años de historia en el periodismo venezolano. En esta hora aciaga, difícil, debemos apelar al talante democrático que ha caracterizado a la inmensa mayoría de venezolanos y cerrar filas en defensa de un diario que ha dado lecciones de imparcialidad, veracidad y objetividad, valores y principios que atesoramos y dimos vigencia durante el ejercicio de nuestra profesión por varias décadas en esa casa editora, y que antes, ahora y siempre se han mantenido inquebrantables, como nos lo enseñó y legó su director-fundador don Eladio Alemán Sucre. Defender hoy a El Carabobeño es defender la verdad, el pluralismo, la diversidad de opiniones, compromiso asumido con creces por El Diario del Centro desde el 1º de septiembre de 1933, cuando nació para escribir grandes historias en el valiente y valeroso periodismo venezolano.

Jorge Jiménez: Mi Escuela De Periodismo


Jorge Jiménez. (Foto Archivo)

Es imprescindible que ante la amenaza de cierre que se cierne sobre El Carabobeño y otros diarios del país, las escuelas de comunicación social que existen en Venezuela se unan y sirvan de intermediarias ante el gobierno de turno para que el Ejecutivo cumpla con su responsabilidad de proveer el papel necesario para que la libertad de expresión siga existiendo. El gobierno con sus acciones no amenaza a los dueños de un periódico, sino que intenta destruir a sus trabajadores y por ende a familias enteras. Del mismo modo, si El Carabobeño llegase a cerrar sus puertas definitivamente, los más afectados serán sus lectores. Como periodista nos duele ver lo que está sucediendo en el país con respecto a los medios de comunicación y los problemas que están teniendo para seguir llevando la información día a día. En lo personal nos preocupa que se intente borrar la historia del periodismo en Carabobo de un solo plumazo. El Carabobeño es en sí mismo historia regional, orgulloso estoy de que haya sido en algún momento mi gran escuela de periodismo de calle, que me haya dado herramientas para crecer como profesional, parte de lo que soy como periodista se lo debo al Diario del Centro.

Ismeyer Tapia: seamos voz del diario


Ismeyer Tapia. (Foto Archivo)

El Carabobeño durante 81 años ha sido una institución que forma a profesionales del periodismo, defensores de la libertad de expresión. La vocación de comunicar está arraigada en cada uno de los periodistas que pasan por esta escuela, en la que se aprende compromiso, responsabilidad, libertad, esfuerzo, y donde se practica la tarea primordial de mantener la ética en todas las circunstancias. Fueron años de trabajo en este diario, que me abrió las puertas para enseñarme lo que es el periodismo de calle, pero sobre todo a defender la pluralidad, el libre pensamiento y el derecho de que todos estemos informados. Cerca de un siglo de periodismo veraz, que no conoce de censuras, hoy está siendo amenazado nuevamente. La historia de un país se escribe en El Carabobeño y no defenderlo es imperdonable.

Permitiríamos al Gobierno seguir manejando con su poder discrecional el envío de papel periódico.

Perder otro medio de comunicación es permitir el silenciamiento absoluto, y extinguir las pocas trincheras de pluralismo que nos quedan. El Carabobeño siempre ha sido tu voz, hoy todos seamos la voz de El Carabobeño.

Leidy Boscán: Una gran familia


Leidy Boscán. (Foto Archivo)

Por más de 6 años El Carabobeño fue mi casa profesional, la que me brindó la oportunidad de aprender de los mejores lo que es ejercer el periodismo con la pasión, ética y responsabilidad que conlleva el comunicar.

Gracias a esta escuela que tiene 81 años pude reflejar diversas realidades, algunas buenas otras no tanto y el compromiso que representa conocer las inquietudes y necesidades de personas que tuvieron la confianza de contar su historia para que fuera plasmada en las páginas que hoy son cada vez menos debido a la falta de papel.

Hoy puedo decir que El Carabobeño aparte de ser una empresa, es una gran familia que está dispuesta a dar lo mejor para seguir siendo esa voz que lucha por informar la verdad, sin temor, sin venderse.

Doy gracias por haber tenido la oportunidad de formar parte de esa familia que me permitió crecer como profesional y persona, a la que siempre estaré apoyando y que ahora necesita que seamos su voz. #Yosoycarabobeño #SinPapelNoHayPeriódico

Kervin García: la mejor universidad periodística


Kervin García. (Foto Archivo)

Fue un 7 de julio de 2010, cuando por primera vez saldría mi nombre en el obligatoriamente extinto Cuerpo D, de Regiones, del diario El Carabobeño. La firma representaba mi primera experiencia como periodista en la calle, aún sin graduarme, con olor a lápiz y con una merengada de sentimientos por ver que mi familia celebraba junto a mí, ese logro que como estudiante de un sexto semestre de Comunicación Social obtenía en un medio tan prestigioso como el Diario del Centro. 490 bolívares fue mi primer sueldo. Aún conservo la factura de pago. En ese momento las cosas estaban difíciles, pero nadie auguraba que la “gastritis” social se convertiría en una “úlcera” sin salida como la que hoy enfrenta Venezuela. En El Carabobeño no hay límites para nadie. Si eres pasante o titulado, debes restearte en la calle, esa que te construye una coraza ante las múltiples situaciones que debes enfrentar en Venezuela.

Las circunstancias políticas me obligaron a salir de Venezuela, pero desde cualquier trinchera seguiré aportando un grano de arena para juntos devolverle a Venezuela lo que por 16 años le han arrebatado. Por una prensa libre y un país unido, hoy más que nunca #YoSoyCarabobeno.




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