Beatriz Rojas/@rojas_beatriz
La concejal de Valencia, Judith Sukerman, aseguró que los venezolanos se han visto en la necesidad de comprar productos alimenticios en porciones por gramos, motivado a la grave crisis alimentaria que vive el país, ya que los ingresos de un ciudadano promedio no alcanzan para costear sus altos precios.
La edil por Proyecto Venezuela, denunció que durante los últimos recorridos hechos por el sur de la ciudad, se ha visto un considerable incremento de vendedores informales que ofrecen rubros como café y azúcar en pequeñas bolsas, o verduras y aliños surtidos, así como huevos por unidad y leche en polvo por cucharadas, debido a que es la única manera en que la gente pueda pagar por ello.
Explicó que en los mercados populares un kilo de café lo venden a 3 mil bolívares, al igual que uno de azúcar, mientras que el de leche en polvo lo expenden en Bs. 5 mil. Por eso ofrecen bolsas con pocos gramos de estos productos a Bs. 300.
Sukerman citó que la crisis de alimentos no sólo hace que afloren actividades irregulares como el bachaqueo y el sobreprecio, sino que lleva a las familias al desespero de comprar pequeñas porciones de gramos o unidades de cada producto, debido a que es la única manera de poder tenerlos en la mesa.
Eso sin contar el riesgo para la salud, que supone la falta de medidas sanitarias que podría darse en el embolsado de esos productos, nadie controla.
Sukerman indicó que cada día se evidencia más que los planes gubernamentales para el abastecimiento de alimentos no solo han fracasado, sino que generan fenómenos como el bachaqueo, corrupción y especulación.
En su opinión, el gobierno fracasó no solamente en su política productiva, sino en el método que usan para distribuir lo poco que se consigue.
Tanto la militarización, como los CLAP , solo han servido para crear nuevos nichos de corrupción. Fue peor la cura que la enfermedad, dijo la concejal.
Agregó que a estas alturas de la coyuntura nacional, la única manera de detener la crisis es con un mecanismo político y constitucional que permita el cambio democrático de gobierno, para que se restituya la confianza en Venezuela y puedan existir las inversiones que rescaten el aparato productivo.
«Ya es evidente que el gobierno no puede resolver el problema».
