(Foto Nubia Reina)

Dhameliz Díaz || ddiaz@el-carabobeno.com

Hurga en las encuestas hasta que hablen. Que revelen esa opinión pública esquiva, volátil, precisa solo a ratos “Como no me gustan los extremos, soy como el abogado del diablo en todo. Si eres un chavista u opositor radical, te reto. Después de Dios y el diablo, nadie es totalmente bueno o totalmente malo”.

Luis Vicente León, director de Datanálisis, asume por igual los ataques descarnados sea desde las trincheras del chavismo o de la oposición, a veces en simultáneo, en este momento tregua.

Sus morochos de 11 años, Bernardo el más cuadrado a juicio de su papá y Nicolás el humanista, a petición, no asistirán esa tarde a sus actividades extra cátedra. ¿Qué es lo más complicado de conversar con tus hijos sobre esa la realidad del país? “Lo más complicado”…. repite en voz alta, “evitar que se polaricen. Se desarrollan en espacios altamente radicalizados. Regresan a la casa con una carga política muy fuerte y se generan conflictos. ¿Quién es bueno o malo? ¿El guardia que reprime a los estudiantes que manifiestan? Los niños rápidamente visualizan que la autoridad es mala, una ruptura peligrosísima para su formación. Por eso permanentemente los estoy desafiando. Esto no es una película de cow boys, allá están los indios malos y de este lado los vaqueros buenos, tampoco en el chavismo o en la oposición. Mi tarea es inculcarles que respetar a quien piensa diferente y comportarse decentemente no depende del trato del otro, sino de los valores que se tienen”.

¿Se habrá sentido emboscado por la polarización? “Si, pero soy irreverente, la trato con la máxima objetividad posible, aunque nadie es objetivo completamente”.

No se atreve a decir que no hay democracia, “es un injerto muy extraño”. Precisar si la oposición o, el PSUV, ganará la mayoría en las elecciones parlamentarias. “La política es muy relancina y no se pueden hacer proyecciones lineales. El chavismo es una cuarta parta de la población en Venezuela ¿Es mucho o poquito? Depende… lo es para gobernar en democracia”.

¿Y en totalitarismo?

-La variable no sería popularidad, sino la fuerza, el control militar, las armas institucionales. Más bien es una sorpresa ese 25% de popularidad que mantiene el presidente, en medio de una crisis de esta magnitud: con la inflación más alta del mundo y escasez severa. Es muchísimo en mi opinión.

¿Esta exacerbación del nacionalismo logrará debilitar a la oposición y no pueda hacerse con la mayoría en las elecciones parlamentarias?

– Desde la perspectiva electoral, con 25% no se gana una elección, ese es el gran dolor de cabeza del Gobierno, no una rebelión cívico militar. Mirálo de esta manera: un levantamiento popular inducido por radicales de la oposición [ojo, no me refiero a actores como Leopoldo López, preso político cuya estrategia era las movilizaciones]. O una explosión social espontánea por la crisis ¿Quién la capitalizaría?¿Cuál organización política? ¿Que liderazgo podría enrumbar la energía de esa población descontenta?¿A dónde iría a parar? A la anarquía. ¿En dónde terminaría? En el sector militar. ¿Quién tiene los mejores vínculos? El chavismo, no la oposición. Esos movimientos al final podrían terminar bajo el control del Gobierno.¿Qué es lo que no tiene el Gobierno? Votos. [Se ríe] Tiene armas, control de las instituciones, medios de comunicación. ¿Qué es lo que no tiene? [Repite acentuando la provocación] votos.

Lo dice como en mayúsculas. Refuerza el sonido del sarcasmo preguntándose. “¿Qué es lo que la oposición sí tiene y él Gobierno no?… Ese es el dilema de la oposición”.Cambia el tono de su voz, la vacía de fuerza para diferenciar los argumentos de la oposición, ‘con los votos no se llegará al poder, porque hacen trampas, van a utilizar las arma’…”¿Qué prefieres?”. Retoma el énfasis: “El juego básico, si chequeas la gran historia política y de dictaduras en el mundo, es prepararse para el sufragio lo cual no significa dejar de protestar o desmovilizarse en la defensa de tus derechos. Cuando protestas para tumbar el gobierno que es más fuerte que tú: estás muerto. O destruido. Es exitosa, cuando articulas a la población en la defensa de sus intereses, enamoras a los descontentos y canalizas esa energía, hacia el triunfo electoral”.

Trague grueso. “Protestar sosteniendo la tesis de tumbar un gobierno sin elecciones, te hace tan malo como a quien deseas desalojar del poder”.

Protesta. Acción. Articulación

Avanza zarandeando los argumentos de los opositores contra elecciones: “¿Qué te pueden birlar aprovechándose de una ventaja de 4 puntos? Sí, pero no una de 20 puntos. Que tengas que construir una mayoría contundente para ganar, no es justo, pero es la vía que tienes. Pero no trates de luchar donde eres el débil de la partida, porque te derrotarán.

¿Está garantizado que la oposición ganará las parlamentarias?

-Tampoco. A pesar que el Gobierno es mucho más débil que cuando Chávez existía, el 75% de la población restante no se identifica como opositora. Ha crecido, 36%, pero no es mayoría. Y lo más importante, para mí, es que cuando se le pregunta cuál es el vínculo, solo 16% se conecta con algún partido, o líder opositor.[Interpreto sarcasmo en esa risa que reaparece] ¿Qué expresa?: El divorcio entre la auto definición opositora y la operatividad de las ofertas, generándose una gran debilidad. No puede dejarse llevar por el simplismo de que ganará por el voto castigo.¿Los riesgos de la oposición? Que el Gobierno saque de la manga la varajita aunque no tengan plata. Que juegue a la división opositora, cuando reta a los radicales, metiéndolos presos o amenazándolos ¿Qué está haciendo? Azuzándolos, para que reaccionen y fracture la unidad. Apostarán a la abstención encaramado en las visiones radicales de los que creen que no se puede producir el cambio a través de los procesos electorales y el mismo Gobierno alimente la desconfianza.

¿A quien afecta la abstención?

-Prioritariamente a la oposición.

Cómo analizar un tumor…

¿Qué experimenta cuando una encuesta le revela realidades dramáticias?

-Me desdoblo. Como le pasa a un patólogo que ve por primera vez el tejido de un tumor del cual solo ha leído en los libros…Disfruta, el momento, no piensa en el paciente, así me pasa. Cuando analizo una encuesta, disfruto la revelación, cómo entregaré el informe. Distinto a mirar al país desde lo personal. Reflexionar. ¿Aún hay país? ¡Wao…Como se ha primitivizado Venezuela! ¿Cuáles son las oportunidades reales? ¿Qué le digo a mis hijos, a los alumnos de quinto año de economía cuando me preguntan si vale la pena quedarse? Me asalta el sentimiento de culpa, disfruto lo que hago. Me veo metido en la morgue y de repente me volteo y pienso, que mis hijos no necesariamente quieren estar ahí. Me reta un pensamiento terrible ¿Y si les pasa algo?. Al final es mi responsabilidad, mi culpa.

¿Te imaginaste el reconocimiento público?

– Es extraño, ni lo busqué ni lo esperé. A veces divertido, pero de alguna manera lo siento como un honor y una responsabilidad. Me canso en algunos momentos que deseo privacidad.. Por eso soy intenso en el twitter para expresar lo que pienso… Escribir en las redes sociales puede dejar de ser un comentario, para convertirse en titular o ser citado en periódicos internacionales. Por eso tengo que ser muy cuidadoso y analizarlo todo, nada termina siendo espontáneo, es agotador. Pero por otro lado, es gratificante tener la posibilidad de opinar y formar la opinión pública.


Luís Vicente León junto a sus morochos, Bernardo y Nicolás. (Foto Nubia Reina)




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