La calidad del agua que reciben los habitantes del estado Carabobo va de mal en peor. Carlos Graffe, dirigente social de la región, afirma que el vital líquido a veces se presenta de color negro, otras verde y a veces amarillento. En las ocasiones que llega blanco, es probable que debido al exceso de cloro haga que piquen los ojos y la piel.
Según un estudio de diagnóstico y conceptualización de soluciones para la rehabilitación y optimización de las plantas mayores de potabilización de agua en Venezuela, ordenado por Hidroven, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco de Desarrollo de América Latina a una consultora internacional en el año 2012, el mal estado del embalse Pao Cachinche dificulta el trabajo de la Planta Alejo Zuloaga que surte a los municipios Valencia, Naguanagua, San Diego, Los Guayos y Libertador.
Desde el año 1997 hasta el 2011, tiempo en el que se analizó el agua del Pao Cachinche, los ingenieros extranjeros han calificado al líquido proveniente de allí como “muy malo”, plagado de plancton que en 90% corresponde a cianobacterias, que pueden ser tóxicas, aunque el informe no especifica qué tipo habita las aguas carabobeñas.
La turbiedad de esta agua está hasta 220% por encima de permitido por las Normas Sanitarias de Calidad del Agua Potable establecidas por el entonces Ministerio de Sanidad, en la Gaceta Oficial N° 36395 del 13 de febrero de 1998.
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