El anuncio por fin se hizo. Cinco leyes económicas fueron reformadas como parte del plan del Ejecutivo de recuperación de la crisis. Pero no se trató de la respuesta esperada por los sectores productivos del país sino de medidas destructivas, calificó Guillermo Manosalva, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia.
La preocupación está latente. “Es la mayor voracidad fiscal que se haya presentado”. Criticó que desde el Gobierno nacional se hable con orgullo de una recaudación de 230% por encima de la meta planteada de 510 millardos, cuando lejos de significar mayor y mejor productividad se trata de una inflación de tres dígitos que ya pasó el 200%, generada por desabastecimiento y escasez superiores al 50%.
En total, de enero a diciembre de 2015 se recaudó mil 169 millardos de bolívares, y se estima que este año alcance los 71 millardos y las nuevas reformas “solo alimentarán el mal uso de esos recursos y el destino que se les vaya a dar”. Ese aumento obedecerá a incrementos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), impuesto a los cigarrillos y bebidas alcohólicas, e impuestos a bienes de lujo que no son especificados, y que afectaran aún más al sector comercial y manufacturero de licores.
Medidas confiscatorias
Para Manosalva, decir que los contribuyentes especiales son los que cometen mayores infracciones es desconocer u ocultar intenciones perversas hacia estos productores, porque a estas empresas se les hace una fiscalización exhaustiva y cada día más dura, casi a diaria. Citó el caso de Empresas Polar y advirtió que la verdadera intencionalidad pareciera estar dirigida a confiscar empresas y bienes al decir que las mismas serán ejecutadas por estar morosas con el fisco.
Otro factor es la eliminación de los ajustes por inflación al sector financiero haciendo irreal los incrementos, lo que redunda en menores préstamos al sector productivo y comercializador de la economía. nsistió en que las modificaciones legales al régimen cambiario tampoco se adaptan a la realidad. (DB)
