Venezuela tiene más de 31 millones de personas, de acuerdo con los números del Instituto Nacional de Estadística (INE). La población está afectada por una fuerte escasez que coloca a un grupo de habitantes a hacer interminables colas para optar por productos subsidiados de la cesta básica, a otro a comprar eventualmente en el mercado negro a precios exorbitantes y a otro a conformarse con lo que consiga sin pagar de más ni hacer largas filas.
En el segundo trimestre del año, los estados Táchira y Zulia fueron los primeros cuyos gobiernos dieron los permisos para que desde Colombia, nación fronteriza, ingresaron productos que no se conseguían en los anaqueles de los establecimientos venezolanos.
Se pueden encontrar marcas norteamericanas, colombianas e italianas. Hay harina de trigo Pillsbury 4,5 kilos cuestan 7.200 bolívares y 2,5 kilos se venden por 4.500 bolívares; café marca Pilón a 19.800 bolívares, 900 gramos “100% arábico”, se lee en el empaque. Nueve kilos de arroz Basmati, uno de los mejores aromáticos, cuestan 49.500 bolívares.
Con información de El Estímulo