Sara Pacheco
Un grupo de estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Carabobo cambió un poco la manera lineal de cumplir sus deberes. Como proyecto para la aprobación de Introducción al Servicio Comunitario, dos secciones conformadas por alumnos entre el cuarto y sexto semestre, plantearon ir más allá de un simple mural o una ayuda pasajera a una institución. Dejaron un legado en la casa de estudios.
En una asamblea llevada a cabo en el auditorio I de la facultad, organizaron una actividad dirigida a los precios de los productos ofertados, donde fueron invitados representantes de diferentes comercios.
Los estudiantes establecieron una relación de costos sobre varios artículos, donde predominan bebidas como agua o jugos, la compararon con el precio que mantienen los negocios. “Fue un buen diálogo. Teníamos miedo que los comerciantes lo tomaran de mala manera”, expresó Sergio Liberati, participante.
Acordaron la creación de un comité de usuario. Será un grupo conformado tanto por alumnos, comerciantes como profesores, de mínimo 19 personas, que evaluarán los precios, basándose en un artículo de la Ley Universitaria que establece que todos deben vender al mismo costo, relató Liberati.
La inquietud resaltó por la diferencia entre el mercado dentro y fuera de la universidad. El joven ejemplificó con una botella de agua. “En la avenida Bolívar la venden a Bs 80 y aquí en Bs 120”.
Durante la reunión uno de los vendedores del recinto se levantó y describió su historia. Anteriormente vendía agua. Quienes le distribuían el producto, facturaban cada botella en Bs 60, detallándola como vasos. De esa manera incrementaban el valor, pues el precio de venta al público establece menos de Bs 15, sin nombrar la comisión que deben cancelar para ser despachados.