Dayrí Blanco
La paralización de la planta de Polar San Joaquín ya tiene fecha. El 3
de agosto se apagan las máquinas que producen cerveza y malta tras el
agotamiento del inventario de materia prima importada. En un escenario
optimista, el mercado estará desabastecido por 180 días, lo que es igual a seis meses, si el Ejecutivo cancela a los proveedores internacionales esta semana.
Cebada, malteada y lúpulo son los insumos de los que se prescindirá.
Su importación se hace de países europeos, pero hay que transferirle
por adelantado a las compañías que la producen porque los créditos se
perdieron por morosidad. Una vez realizado el pago hay que esperar 90
días que es el tiempo que tarda en llegar la mercancía a Puerto Cabello.
Pero
la espera no termina ahí. Arquímedes Sequera, secretario general del
sindicato de la planta San Joaquín de Polar, explicó que la empresa
procesa 20 mil litros de líquido semanales en un ciclo de fabricación de
tres meses donde se incluyen las fases de maduración y fermentación, lo
que significaría que el producto estaría fuera del mercado por todo ese
lapso. A eso hay que sumarle el tiempo que tardará el Gobierno en
liquidar las divisas necesarias.
Unos mil 580 trabajadores se
verán afectados de manera inmediata. La misma suerte correrán quienes
laboran en las plantas de Los Cortijos en Caracas y en la de Maracaibo.
La inestabilidad laboral se replicará en el resto de las empresas cuyos
procesos de manufactura dependen de los líquidos de Polar como la
fábrica de chapas
y la de latas. También se incluyen quienes hacen las labores de
almacenamiento y distribución. En total son más de 10 mil empleos que
están en riesgo.