Quien no tome un número no puede comprar en el Mercal de la Haciendita como ocurrió el martes. Como se atiende por terminal de cédula, esa persona deberá esperar hasta la próxima semana para comprar en el lugar, estudió Tovar.
No es justo, ni correcto y va contra la filosofía del mercado de alimentos que es suministrar comida al pueblo, añadió.
Mario Pérez estuvo desde las 7 de la mañana esperando por comprar leche, café, arroz y pasta y no logró quedarse con un número. ¿A cuál lo reparten? ¿cómo es que personas que llegan a las 4 de la mañana alcanzan los últimos tickets?, preguntó intrigado.
El vecino acusó al gerente de este Mercal de no responder las demandas del pueblo en el acceso a los alimentos. El martes cerraron a las 12 del mediodía cuando el horario es hasta las 3 de la tarde, recordó. (DSG)