EFE
Miguel
Henrique Otero, editor del diario El Nacional, está convencido de que la crisis
venezolana ha llegado a un punto tal que el presidente Nicolás Maduro debería
«renunciar o adelantar elecciones», pues si no «será el
caos».
El periodista fue recibido por miembros del Parlamento brasileño y este viernes
alertó sobre la «explosión social» que, en su opinión, está «a
punto» de desatarse en su país y pudiera afectar al resto de América
Latina.
«Venezuela tiene las reservas petroleras más
grandes del mundo, pero sufre una inflación del 200 %, un desabastecimiento
espantoso y una inseguridad y una corrupción sin límites», todo lo cual
atribuyó al Gobierno de Maduro, al que tilda abiertamente de
«dictadura».
Otero está desde mayo pasado fuera de Venezuela y no regresará por ahora, pues si lo
hace, no podría volver a salir o «pudiera acabar en la cárcel» por,
según él, haber decidido «enfrentar al régimen».
Junto con una veintena de periodistas de su periódico y otros dos medios es
objeto de una demanda por difamación interpuesta por el presidente de la
Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Esta misma semana fue acusado por José Rafael Pérez Venta, un hombre detenido
por el descuartizamiento de una mujer, de formar parte de un grupo que habría
financiado las protestas de 2014, que dejaron decenas de muertos.
«Ya me han acusado de blanqueo de capitales, de financiar a unos
paramilitares, de magnicidios sin cadáveres. Me acusan de cualquier cosa»,
dijo Otero, quien sostuvo que en su país «la justicia es un brazo del
Gobierno» y «sólo sirve para perseguir» a los opositores.
Otero explicó la situación a los parlamentarios brasileños e indicó que éstos
le manifestaron su «solidaridad» y han decidido enviar una nueva
misión a Caracas, para «verificar» sus denuncias y corroborar lo que
considera una «falta absoluta» de libertades.
«Los Gobiernos de América Latina, y en especial los del Mercosur, deben
meditar sobre esa situación, pues puede haber más violencia y hasta un
enfrentamiento militar», alertó el periodista.
No obstante, está convencido de que el diario El Nacional «resistirá»
y podrá mantenerse como una «trinchera» del periodismo independiente.
«Hace un año no creía que podríamos sobrevivir tres meses y aquí estamos.
Hoy digo lo mismo. Pero El Nacional no se acabará. Si un día tenemos que ser
clandestinos, seremos clandestinos. Pero antes que El Nacional, caerá primero
este Gobierno», aseguró.
