Cristhopher Borrero
Tres efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)
vinculados en la muerte de Geraldín Moreno, alegaron que durante su incursión
en Tazajal no utilizaron armas de fuego sino “armamento dirigido a disuadir
protestas”. La capitán Lampe Ordóñez y los efectivos Chirinos Martínez y José
Manuel Escalona rindieron declaraciones durante la tercera audiencia del juicio
oral y público por la muerte de la joven, registrada el 22 de febrero del año
pasado en medio de protestas antigubernamentales.
Los declarantes resaltaron que nunca buscaron agredir a
algún estudiante ni violar los Derechos Humanos de nadie. Geraldín murió a los
tres días de recibir un disparo de perdigón en el rostro. Para el abogado Luis
Armando Betancourt, la nueva categorización de las armas de fuego buscaría
consolidar la idea de que la GNB actuó apegada a la norma, por lo que analiza
los testimonios.
“Ellos reforzaron que para accionar un armamento dirigido a
disuadir protestas se debe guardar entre 15 y 20 metros, apuntando siempre por debajo
de la cintura. A Geraldín le dispararon a unos 15 centímetros”, recordó Rosa
Orozco, madre de la víctima.
Orozco consideró que los resultados de la audiencia
evidencian que el destacamento está involucrado en los hechos. Denunció el
presunto encubrimiento por parte del jefe del destacamento 24, Frank Díaz
Osuna.
En el juicio también declararon los padres de Moreno, así
como Eduardo Naranjo, director en aquel entonces del Hospital Metropolitano de
Naguanagua. El médico detalló las condiciones de ingreso, estado de salud de
Geraldín y cuántos perdigones le fueron extraídos.
Para el 11 de septiembre se tiene prevista la continuación
del juicio. Se presume que declararán expertos en balística y otros guardias
nacionales.
