Es una acción que se repitió el martes en varios establecimientos de la región. (Foto Andrews Abreu)

Dayrí Blanco

Sin normativa, ley, ordenanza ni Gaceta Oficial que la sustente, una prohibición se unió al grave problema de escasez que vive la sociedad. Cerca de mil personas fueron desalojadas de las afueras de un supermercado en Naguanagua. Funcionarios de la Guardia del Pueblo se encargaron de anunciarles la nueva medida. No está permitido hacer cola cuando no hay inventario de productos básicos.

No importa las horas de espera, ni las pernoctas en el sitio o las llegadas antes del amanecer. A las 8 a.m. cuando se suban las santamarías personal de seguridad les informará a los ansiosos clientes si hay mercancía disponible. Es una acción que se repitió el martes en varios establecimientos de la región. Las filas únicamente son permitidas cuando la demanda de algún artículo que sea despachado así lo determine.

Desde las 3 a.m. comenzaron a llegar los consumidores de diferentes zonas del estado. La noticia de venta de seis kilos de leche en polvo por persona que se hizo en ese supermercado el lunes se corrió rápidamente. “Llegaron 400 bultos de 25 kilos cada uno”, relató un trabajador. Pero al parecer el inventario se agotó a las 10 p.m. Ante la negativa de un grupo de personas de retirarse del lugar un contingente de seis uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana llegaron para mediar. Lograron que se dispersaran.

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