EFE

El ministro argentino de Energía y Minería, Juan José Aranguren, vendió sus acciones en la empresa petrolera Royal Dutch Shell Plc, después de que la Oficina Anticorrupción (OA) le advirtió este lunes de un posible conflicto de intereses, informaron este martes fuentes oficiales.

En un comunicado, la cartera ministerial señaló que Aranguren concretó la venta de la totalidad de las acciones de las que era titular en los mercados bursátiles en las que cotizan.

La operación fue realizada en forma electrónica y en presencia de un notario y se concretó de acuerdo con la recomendación efectuada por la OA, «no obstante la ausencia de una incompatibilidad legal con el ejercicio del cargo y de una obligación legal de transferir dichas acciones, señalada en dicha resolución».

Además, el texto remarca que mediante un decreto publicado este martes que  el presidente argentino, Mauricio Macri, aceptó la excusación formulada por el ministro para intervenir en cuestiones particularmente relacionadas con la compañía Shell y sus empresas vinculadas, y ha encomendado al ministrode la Producción, Francisco Cabrera, la decisión en esas actuaciones.

El titular de Energía, que presidió la filial argentina de la petrolera entre 2003 y 2015, se vio envuelto en una polémica por la posesión de estas participaciones -que suman un valor de 16 millones de pesos (cerca de un millón de dólares)- a los pocos meses de asumir como ministro.

Macri valoró este martes la decisión en declaraciones a los medios tras inaugurar un foro de inversión y negocios que se celebra estos días en Buenos Aires: «A veces las formas cuentan y son importantes. Aranguren tuvo el gesto se desprendió de las acciones», informó.

«Estoy a favor y estoy dando el ejemplo todos los días de que quiero una Argentina con transparencia, con ética, que acabemos con los cuentos bochornosos de corrupción que tuvimos en el pasado», añadió Macri, en referencia a las causas judiciales que salpican al anterior Gobierno.

No obstante, restó importancia a que el ministro tuviera acciones en la empresa y dijo que «nada de lo que haga Argentina cambiaría el precio de lasacciones de Shell», dado que, insistió, la actividad de la petrolera en Argentina es «irrelevante» en comparación con la que tiene en el resto del mundo.

El lunes, la OA, que depende del Ministerio de Justicia argentino, emitió un comunicado en el que aconsejaba a Aranguren desprenderse «de su participación societaria» en la compañía anglo-holandesa o que adopte «alguna medida patrimonial» como crear un fideicomiso ciego de administración y disposición.

Decretó además que el ministro «deberá abstenerse de tomar intervención en cuestiones particularmente relacionadas con las sociedades que integran el Grupo Shell y con relación a la fijación de políticas dirigidas específicamente a dicho grupo empresario».

El pasado 22 de junio, Aranguren tuvo que justificar la posesión de sus participaciones en la empresa en una sesión del Senado, donde negó que existieran incompatibilidades entre ambos asuntos y aseguró que desde la función pública no tomó «decisiones particulares» respecto de su antiguo empleador.

La pregunta en la audiencia del Senado se incluyó poco después de una serie de decisiones sobre una importación de gas de Chile que la cartera de Energía tomó a favor de Shell.

«Esa operación le permite a la Argentina una ganancia de 800 millones de pesos. Si Bolivia tuviera más, ¿le vamos a comprar más? Pero si podemos comprar más barato, lo vamos a hacer porque vinimos a reducir el costo para los argentinos», respondió entonces Aranguren.




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