EFE
La misión de la ONU
en Colombia transmitirá al Consejo de Seguridad la petición emitida por
el Gobierno y las FARC para que se mantengan en el país en labores de
verificación del alto el fuego y se adapten a las nuevas pautas tras el
rechazo del acuerdo de paz en el plebiscito.
El mensaje que
llevarán a la sede central en Nueva York es que "respondan con madurez a
la madurez de los colombianos" y que autoricen que la misión "colabore
con el cese el fuego que las dos partes acaban de reafirmar con el apoyo
de la inmensa mayoría de los colombianos", dijo en una rueda de prensa
el representante especial del secretario general de la ONU y jefe de la misión, Jean Arnault.
"Que sigan con su apoyo al proceso de paz en su conjunto (...) porque
el consenso nacional nos parece contundente en torno al cese el fuego",
agregó Arnault.
Aseguró que notan con aprecio "el hecho que
la mayoría o la totalidad de las fuerzas políticas del país ven la
presencia de la ONU
y en particular de esta misión de verificación como un factor de
seguridad, de tranquilidad y de sostenibilidad del compromiso que se
tomó en torno al cese el fuego".
La misión de la ONU,
aprobada en enero pasado y cuyos detalles fueron concluidos en
septiembre pasado, forma el componente internacional del mecanismo
tripartito para supervisar el alto el fuego, en el que participan
también representantes del Gobierno y de las FARC.
El alto el
fuego bilateral y definitivo entró en vigor el pasado 29 de agosto, días
después de que el Gobierno y las FARC rubricaran en La Habana el
acuerdo de paz que se firmó el pasado 26 de septiembre.
Tras el rechazo del acuerdo de paz con las FARC en el plebiscito, el Consejo de Seguridad de la ONU debe aprobar los ajustes necesarios para el nuevo "protocolo puente" necesario para el mecanismo de monitoreo.
"Hay un protocolo que forma parte del acuerdo de paz, precisamente
dirigido a la protección de la población civil, la idea de fondo es que
este protocolo se va a recoger en el nuevo texto", agregó Arnault.
Este nuevo protocolo "tiene que ver con asegurarse de identificar
amenazas contra comunidades, que se tomen medidas preventivas", aclaró.
De este modo se hará "una modalidad distinta de monitoreo" por lo que
necesitan ser autorizados "en el marco de decisiones algo distintas".
En este sentido, Arnault aclaró que "una de las bondades del cese el
fuego" es que "no se trata solamente de un cese armado entre partes",
sino de "un compromiso muy claro con el respeto a las comunidades y sus
derechos".
El jefe militar de la misión de la ONU
en Colombia, general Javier Pérez Aquino, explicó que todavía falta
"afinar unos detalles" porque entienden "que la organización y el tamaño
de la misión hay que hacerle algunos retoques".
Pese a esos
cambios, están en la "capacidad de cumplir con el pedido del Gobierno de
Colombia y de las FARC" de que siga coordinando el comité de monitoreo.
Pérez Aquino dijo que necesitarán incrementar el número de
observadores internacionales, pero confió que tendrán la capacidad de
solventar los nuevos retos logísticos.
"Este nuevo desafío,
esta nueva etapa mantiene no solamente una separación de fuerzas, sino
la protección a la población civil y el control de asegurarse que ni
haya actividades ilícitas en los lugares de preagrupamiento de las FARC y
control y verificación de compromisos por el Gobierno y la Fuerza
Pública", agregó.
De este modo, el general Pérez Aquino afirmó
que "se mantendrá el mecanismo tripartito en todos los niveles", lo que
calificó "un hecho inédito".
Por ello, aseguró que su misión "es muy importante para dar confianza" a las partes y al pueblo colombiano.