Una
de las posibles causas del lento desarrollo de los niños es el déficit de
hormona del crecimiento. Esa sustancia es secretada de manera natural por la
hipófisis y se encarga de estimular la formación ósea, contribuyendo también a
la formación de órganos y tejidos. Sin embargo, en los primeros años de vida
son muchos los factores hormonales o no, que pueden condicionar la estatura.
En
este contexto, la endocrinóloga pediatra del Hospital de Especialidades
Pediátricas de Maracaibo, Joalice Villalobos, recalcó la importancia del
chequeo médico periódico de los infantes, con el fin de detectar cualquier
anomalía en una fase temprana. Indicó además que ante la sospecha de algún
trastorno del crecimiento, el galeno toma en cuenta la herencia genética
transmitida por los padres, luego se consideran los problemas de alimentación,
enfermedades crónicas o disfunciones hormonales.
“Hay
muchas patologías, endocrinólogas o no, como el síndrome de Prader-Willi o el
síndrome de Turner, que pueden causar talla baja. Pero existen unos parámetros
de referencia de lo que son las tallas y el peso normales de las personas, y uno
compara al paciente con estos límites establecidos para la población”, expresó
la galena.
Diagnóstico
diferenciador
Uno
de los factores diferenciadores al momento del diagnóstico de esta patología
con respecto a otras, es que existe un retardo de la edad ósea del niño. “De
los pacientes nacidos con baja talla, alrededor de un 10% no entran dentro de
la curva de crecimiento normal, por lo que estos son completamente susceptibles
al tratamiento con hormona de crecimiento; mientras que, para las demás
patologías no se aplica esta terapia”, agregó Villalobos.
Terapia hormonal
De
acuerdo con la endocrinóloga, el tratamiento con hormona del crecimiento se
realiza luego del diagnóstico de una condición que amerite su uso, entre ellas
están: déficit de hormona del crecimiento, síndrome de Turner, así como niños
que nacieron pequeños para su edad gestacional y no alcanzaron una talla normal
a sus 4 años.
La
galena explicó que se administran inyecciones subcutáneas de una sustancia que
es muy similar a la hormona de
crecimiento humana. La terapia es diaria y debe aplicarse durante la noche,
justo antes de dormir, para incrementar la secreción fisiológica y lograr un
mejor aprovechamiento durante las primeras horas de sueño.
Nota de Prensa
