Cruz Roja de Valencia.. (Foto Archivo/El Carabobeño)
Ana Isabel Laguna
Dolor abdominal, fiebre e infección urinaria en un niño de 4 años de edad y obstrucción en el riñón izquierdo, es motivo para la consulta. Una madre, a cuya hija de 6 meses de nacida se le detectó -durante la etapa de gestación- dilatación en ambos riñones, también lo es. Y otro niño, con un defecto congénito llamado Hipospadia -pene curvo con orificio para orinar fuera de su lugar- son algunas de las historias recogidas en la consulta del Servicio de Urología Infantil de la Cruz Roja de Valencia, donde el viacrucis de los padres, que en promedio llevaban hasta 6 meses deambulando entre los hospitales públicos para que sus hijos fuesen evaluados por especialistas, en esta unidad han conseguido feliz término, obteniendo respuestas y soluciones. Hasta un niño proveniente de Colombia fue atendido hace un mes.
A pesar de que este reconocido servicio no escapa de los problemas de los centros hospitalarios del país, no ha bajado la guardia y sigue brindando calidad en la atención. Sin embargo, la dura realidad que deben enfrentar los padres ante la escasez de medicamentos, carencia de material médico quirúrgicos, son factores que comprometen la vida de estos pequeños.
Los padres deben ubicar fuera del país o con ayuda de las redes sociales Twitter y Facebook, lo necesario.
Esta situación agrava sus patologías y condiciones físicas, ocasionando su ingreso en los centros asistenciales bajo las condiciones de deterioro en que se encuentran, lamentó el Jefe del Servicio, Ronald Guía, quien acompañado de los doctores Paolo Russo, Carmen Márquez (Intensivista Pediátrica) y Elina Azuaje (licenciada en enfermería), fundó esta área especializada en el 2006. Un promedio de 20 niños es atendido los días viernes, tomando previa cita los lunes, mientras realizan altas cirugías (endoscópicas y abiertas) los jueves.
Dilataciones renales, infección urinaria, la cual entre 40% y 50% de los casos tienden a presentar reflujo vesico renal, obstrucción o alguna malformación congénita que podría llevar al niño a una insuficiencia renal, son los diagnósticos más frecuentes, detalló el doctor Guía.
Y mientras la tecnología médica avanza, también se benefician los pacientes, por ejemplo la ultrasonografía durante el embarazo, ha permitido a los especialistas detectar cualquier cantidad de malformaciones, lo cual les permite prepararse para asistir a un bebé con algún problema en sus riñones. “Pero, ¿si no contamos con los recursos médico-quirúrgicos, de qué vale entonces un control prenatal?”, cuestionó el doctor. “El desafío ante la enfermedad, en especial hacia los niños y para aquellos que están por nacer, es asegurarles su vida, su confort y su niñez. No puede haber mayor satisfacción que retarla y derrotarla”.
Qué sabe un niño, o a una madre eso que llaman: demora en la liquidación de divisas, control de cambios, deuda externa, oposición, gobierno, comunas, socialismo, proveedores etc., cuando lo importante es la vida, se pregunta el doctor Guía.
El especialista concluyó con algunas citas del libro “Palabras de un Pediatra”, escrito por uno de los padres de la Pediatría en Venezuela: “El cuido de la salud impone a los que trabajan por ella, deberes morales insoslayables. La medicina no se hace depositaria de secreto alguno. Las ideologías no se toman en cuenta”.
