Los vuelos nacionales también se han vuelto difíciles. (Foto Archivo/El Carabobeño)

Dayrí Blanco

Carolina Peñalosa ha pasado años planificando el viaje sus sueños. Desde comienzo de 2014 se dedicó a ahorrar para regalarse unas vacaciones a Estados Unidos junto a su madre. La idea era pasar la Navidad allá, pero no lo ha podido concretar. En julio visitó varias agencias para ponerle fecha a su salida y empezar a cancelar. Para su infortunio ya ninguna compañía en Venezuela trabaja bajo esa dinámica. Ahora, el lapso de espera entre la compra del pasaje y el vuelo es de un mes, aún así el pasajero puede estar tranquilo. Se ha dado el caso que pasan hasta 15 semanas en los que se abren menos de 10 cupos a cualquier destino internacional.

El 90% de la boletería destinada a la temporada decembrina ya se vendió. No hay posibilidades adicionales de salir del país en esas fechas como tradicionalmente muchas familias solían hacerlo. El 10% restante corresponde a las autorizaciones que dé el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) para vuelos especiales.

Pero esas cifras no son indicativo de que se haya vendido una buena cantidad de pasajes. Por el contrario, en 70% cayeron las operaciones de las agencias de viaje durante este año. No hay disponibilidad de asientos y empresas de larga trayectoria en el país están al borde de la quiebra. De continuar la crisis se estima que muchas cierren sus puertas en 2015.

Es el caso de la compañía que gerencia Luis Knutc, que desde hace 38 años presta el servicio en Valencia. Según relató es una lotería conseguir asientos para algún destino internacional. Este año con cierta dificultad ha podido ofertar viajes a Santo Domingo, Argentina, Aruba, Curazao y algunas ciudades europeas, pero no para la fecha deseada por los pasajeros, sino para la que se consiga. Los nacionales también se han vuelto difíciles por la alta demanda, pero es la opción que Carolina Peñalosa está estudiando para su viaje navideño.

Afortunadamente los años anteriores fueron muy buenos para esta agencia. Han trabajado con un colchón económico que pudieron hacer. Pero el 2014 ha sido el año más crítico. “Hemos pasado por varios controles cambiarios pero éste ha sido el peor”. El negocio no es rentable, el cierre es inminente. “Eso significaría más desempleo porque ningún negocio puede funcionar sin ventas”.

Exhabruptos

Ya Angelina García, presidenta de la Cámara de Turismo de Carabobo, había advertido que 10 agencias de viaje en la región habían bajado sus santamarías este año por no poder aguantar la crisis que inició en septiembre de 2013. Franca Tedeschi, dueña de una empresa con 64 años de trayectoria en el negocio de boletos aéreos, dijo que a partir de esa fecha inició todo cuando las líneas comenzaron a aumentar las tarifas en dólares.

Los precios se convirtieron en exabruptos. Un pasaje a Italia que costaba mil 800 dólares fue incrementado de repente a cinco y hasta seis mil dólares. Al cambio de Sicad I, que el año pasado cotizaba en 10 bolívares, la tarifa era de 60 mil bolívares. Antes, en primera clase a ese país de Europa, no se pagaba más de 35 mil bolívares.

Este aumento se dio y ningún ente del Estado lo penalizó. El director general y presidente de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su siglas en inglés), Tony Tyler, aseguró el viernes que el Gobierno venezolano aún mantiene una deuda de más de tres mil 500 millones de dólares con las aerolíneas internacionales que no han podido repatriar su capital. Por eso han encontrado como única salida la venta vía web de sus boletos que deben ser cancelados en divisas. De esta manera, los aviones se llenan y se reducen los asientos disponibles para que las agencias los vendan en la moneda local.

Todo este oscuro panorama ha provocado que la empresa de Tedeschi esté al borde de la quiebra. De 12 empleados solo está trabajando con una. Para ella lo más grave no es que su agencia cierre, sino que a los usuarios cada día se les dificulta más realizar sus viajes por placer, negocios, estudio e incluso enfermedad.

45% de flota paralizada

Otra dificultad que han tenido que enfrentar las líneas aéreas, y que también se deriva del control cambiario, es la alta flota de unidades paralizadas por algún desperfecto mecánico. El 45% de las flotas de aviones de las empresas nacionales están paralizadas por falta de repuestos y mantenimiento, según advirtió la presidenta de la Cámara de Turismo en la región a principios de septiembre.

Los repuestos para las unidades únicamente los venden en otros países. Las líneas aéreas deben mantener un inventario para poder garantizar los vuelos. Los aviones no son como los carros, se deben chequear constantemente. Si tiene desgaste de alguna pieza se debe reemplazar aunque no esté mala por completo porque no se puede correr el riesgo de que se dañe en el aire.




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