Gerardo Rangel
Cae la noche y las personas corren a resguardarse en lo que antes era considerado una casa, hoy en día se asemeja más aún bunkers de seguridad, la razón: la delincuencia que mantiene a la población presa en sus hogares.
Los pocos valientes que se atreven a salir de sus casas en horas de la noche por razones de trabajo o cualquier motivo se exponen a ser atracados y en el peor de los caso a ser parte de la estadística que cada semana aumenta en la región: los secuestros. En un recorrido realizado por un equipo de este diario, se pudo constatar que los delincuentes tienen luz verdes en las noches valencianas.
En las zonas donde se han reportados mayores caso de secuestros son: Prebo, El Parral, Valles de Camorucos, La Viña, El Viñedo y la estación de servicio Bosqueserino en la variante Yagua San Diego, la presencia de los efectivos de seguridad es nula. Solo una patrulla se pudo apreciar en las inmediaciones del centro comercial Reda Building.
Los ciudadanos ven con preocupación la falta de policías en los zonas donde el hampa ataca con más frecuencia. Un ciudadano que negó su nombre por razones de seguridad manifestó que la situación cada día es peor, lamentó la falta de funcionarios que se asemeja al refrán: Cuando el gato no está los ratones hacen fiesta, en este caso la delincuencia organizada.