(Foto Archivo)
Las películas que compiten en el Festival de La Habana tienen una proyección diferente a la que hace cinco décadas propulsó al movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, pero siguen manteniendo una identidad regional, señalaron este viernes jurados del certamen.
«El cine (actual) es menos ideológico, eso no quiere decir que esté descomprometido, porque está comprometido con la realidad y con la sociedad, pero está menos ideologizado y yo pienso que se preocupa más del público», dijo a la AFP el cineasta español Manuel Gutiérrez Aragón, jurado en 36º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, que comenzó el jueves.
Pero «sigue siendo un cine muy imaginativo, seguramente el más imaginativo del mundo, unas veces acertando y otras veces sin acertar, pero el más imaginativo sí», apuntó el realizador español, de 72 años, uno de los jurados (de guiones inéditos) de mayor experiencia en esta edición.
Un puñado de cineastas de varios países de la región proclamaron en 1967 el nacimiento del Nuevo Cine Latinoamericano en Viña del Mar, Chile, que alcanzó su madurez con la creación del Festival de La Habana en 1979.
Durante años el Festival de La Habana acogió películas y a realizadores emblemáticos como los brasileños Glauber Rocha y Nelson Pereira Dos Santos, el argentino Fernando Pino Solanas, los chilenos Raúl Ruiz y Miguel Littín, y el boliviano Jorge Sanjinés.
Ahora acoge a jóvenes figuras como la argentina Lucía Puenzo.
«El Festival de La Habana es un sitio estratégico para ver cómo ha evolucionado la cosa de año en año (…), es un observatorio muy bueno para ver qué está pasando en el cine latinoamericano y no latinoamericano», dijo Gutiérrez Aragón.