Dorys López Villegas

Desde 2015 en la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) se implementó una nueva metodología para el Sistema Nacional de Ingreso (SNI). La experiencia con las nuevas políticas ha sido negativa, o al menos así lo manifestaron el pasado jueves, secretarios de las universidades autónomas del país durante una reunión parcial.

El encuentro contó con la presencia de Pablo Aure, como secretario de la Universidad de Carabobo y anfitrión de la actividad; Amalio Belmonte, de la Universidad Central de Venezuela (UCV); Cristian Puig, de la Universidad Simón Bolívar (USB); José María Andérez Álvarez, de la Universidad de Los Andes (ULA); Juan Venero, comisionado de la Secretaría UC en núcleo Aragua; Liliana Correia, encargada de admisión de la Secretaría de la UC; Grover Moro y Marqjuly Camacho, director y subdirectora de Digae, respectivamente.

El objetivo del encuentro fue definir las opiniones conjuntas de todas las universidades autónomas del país, en relación a la metodología empleada en el nuevo SNI, impuesto por la OPSU en el año 2015.

Según expresó Amalio Belmonte, la reunión serviría para definir criterio sobre la experiencia dada por la aplicación unilateral por parte de la OPSU, de un nuevo sistema de admisión, que contempla variables como la territorialidad, participación comunitaria, condición socioeconómica, y resta en más del 50% la influencia del índice académico del estudiante a la hora de ser asignado a una casa de estudios superiores.

José María Andérez Álvarez, secretario de la ULA, aseguró que la experiencia con este nuevo sistema ha sido negativa. “Es malo que una política de Gobierno sea hecha de manera obligatoria sin tomar en cuenta a los interesados, la universidad venezolana tiene 231 años de creada y  por lo menos 40 años en la formación de políticas de ingreso, lo que le da experiencia valiosa en el área que pudo haber servido de algo para la reforma del SNI, que hasta el momento ha demostrado muchas deficiencias.”

Cristian Puig, secretario de la USB, informó que la inquietud de hacer un documento que recoja todas las opiniones, experiencias y el criterio de las universidades autónomas del país, surgió en el pasado núcleo de secretarios efectuado el mes de marzo del presente año. “La idea a través de este papel de trabajo es fijar posición conjunta ante este nuevo sistema, en el cual hemos detectado como estudiantes con alto índice académico han sido excluidos sin razón alguna”.

Pablo Aure comentó que la redacción final del documento que contendrá todas las preocupaciones encontradas a raíz de la experiencia y expondrá una propuesta destinada a solucionar la problemática presentada el año pasado, se dará a conocer la próxima semana, después de que sea consultado con el resto de las universidades que integran el núcleo de secretarios, y se apruebe para su difusión. 




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