AFP
El
Secretario General de la ONU, Ban
Ki-moon, anunció la creación de un grupo de trabajo para examinar las finanzas
de la oficina del presidente de la Asamblea General, después de un
escándalo de soborno que llevó a la detención del extitular John Ashe.
Ese
grupo de trabajo, sigue una auditoría para aclarar los lazos turbios entre
funcionarios de Naciones Unidas y un agente
inmobiliario de China, que supuestamente utilizó una fundación para canalizar
sobornos a diplomáticos del organismo.
Ashe,
que fue presidente de la Asamblea General por un año a partir de septiembre de
2013, fue arrestado el 6 de octubre por las autoridades estadounidenses
presuntamente por aceptar 1,3 millones de dólares en sobornos del
multimillonario chino Ng Lap Seng.
Al
dirigirse al plenario, Ban dijo que el escándalo del soborno «golpea el prestigio y la reputación
de esta Asamblea General.»
La
presidencia de la Asamblea General, cargo elegido por los 193 estados miembro,
es en gran parte un puesto ceremonial y tiene poca supervisión de la
financiación de la oficina de la ONU.
Ashe, quien admitió haber
recibido pagos del ejecutivo chino a cambio de ayudar a construir un centro de
conferencias de ONU en Macao, fue detenido
junto con Francis Lorenzo, embajador adjunto de la ONU en República Dominicana.