EFE
Lahore, la
ciudad más poblada de Panyab en Pakistán, comenzó este lunes a enterrar a los 72 fallecidos en el atentado suicida del
domingo contra un popular parque de la ciudad, que ha dejado llena de dolor
y de funerales la ciudad y los barrios de su extrarradio.
El joven Junaid Maish, de 16 años, fue enterrado en el área cristiana de
Youhanabad, rodeado por la misma familia con la que el domingo pasaba la tarde
en el parque de Gulshan Iqbal, donde un suicida hizo explotar la bombas que
portaba.
La ceremonia se llevó a cabo entre los lloros de los padres y familiares del
joven, en el mayor barrio cristiano de Lahore.
Los cuerpos de otros fallecidos fueron
trasladados a áreas de las vecinas provincias de Sindh y Baluchistán, sus
lugares de origen.
En total 72 personas murieron y 359
resultaron heridas en un atentado lanzado en la tarde del domingo en el
parque Gulshan Iqbal, en las cercanías de una zona de juego infantil, cuando
cientos de personas pasaban la tarde allí en familia.
Actualmente la segunda ciudad más grande del país, con siete millones de habitantes y
su capital cultural, es una urbe blindada por las fuerzas de seguridad, con
soldados que patrullan las calles, ametralladoras y vehículos blindados
circulando mientras se suceden los funerales de musulmanes, cristianos, niños,
mujeres y hombres.
La portavoz del servicio de rescate de Lahore, Deeba Shezad, dijo a Efe que su
organización ha entregado 30 cuerpos a sus familias y que estás habían
comenzado a celebrar los funerales.