Oscar Pëña comenzó en el oficio hace 15 años. (Foto Héctor Freile)
Sara Pacheco
Los alumnos de la Unidad Educativa La Unidad, en el sector que lleva el mismo nombre del sur de Valencia, tuvieron la oportunidad de conocer a Oscar Leonardo Peña, un barbero que prestó gratuitamente sus servicios a los niños entre 6 y 12 años. Al principio estaban escépticos, no sabían que esperar, algunos se rehusaron a cortarse el cabello. Hasta que uno de los muchachos vociferó “el es Oscar, el de la barbería”.
Fue la primera vez que realizaba una acción de este tipo, a pesar que anteriormente había realizado obras sociales obligatorias en su barrio, como recoger la basura, cortar la grama y reparar los parques más cercanos. Sintió la necesidad de seguir trabajando por los suyos.
Estirar la capa, sujetar la máquina de afeitar con la derecha y el peine con la izquierda. Sentado, porque tuvo un accidente recientemente donde se fracturó la pierna derecha. Así inicia su faena que transcurre de lunes a domingo desde hace 15 años. Oscar es joven pero está en el negocio desde muy chico.
«En un día en la escuela pudimos afeitar a casi 40 niños, más bien faltaron porque no hicimos arreglos con la comida. Ni siquiera habíamos desayunado», explicó. Sus dos ayudantes lo acompañaron, con la promesa de volver a la institución educativa y desplazarse por otros planteles, uniendo sus dos vocaciones labor social y la barbería.
Oscar siente que es un modelo a seguir. Cuando paso por la calle los chamitos me saludan y empiezan a preguntarme sobre el oficio ¿Es muy difícil? ¿A qué edad puedo comenzar?, narró orgulloso. Afirmó que a través de su actual trabajo pudo sustentar a su familia y alejarse de la delincuencia o malas compañías.
“Yo soy barbero”, Fueron las palabras cuando buscó su primer empleo. “Mentira yo no era nada. Un amigo una vez me dijo que me afeitaría. Cuando terminó me di cuenta que lo que hizo fue matarme. Le dije: puedo hacerlo mejor que tú. Empecé a afeitar a los hombres de la comunidad por un bolívar”, de esta manera compró sus primeros implementos. Oscar quiere seguir realizando sus jornadas de cortes en distintos centros educativos. Asegura que lo hará hasta que “me de la vida”.