Sandoval sigue recibiendo elogios. (Foto AP)

Roberto Clemente, el inolvidable Cometa de Carolina, Puerto Rico, era famoso por disparar hits a granel con todo y pegarle a lanzamientos que eran conceptuados como «malos» por los lanzadores y el dominicano Vladimir Guerrero, futuro inquilino del Salón de la Fama, se distinguía también por esas características de sacudir batazos kilométricos con pitcheos fuera de la zona de strike.

En este sentido, el serpentinero quisqueyano Santiago Casilla, cerrador de los Gigantes de San Francisco que siempre ha admirado y respetado a su paisano, considera que el tercera base venezolano de los actuales campeones de la Liga Nacional, Pablo Sandoval, se parece mucho a Guerrero en eso de ser productivamente impredecible con el madero.

«Para mí es un pelotero que cada vez que viene a batear todos pensamos que va a hacer algo, conectar un sencillo, un doble y hasta un jonrón. Siempre se espera algo bueno de él. Nadie piensa que se va a ponchar. Ni el mismo sabe lo bueno que es como bateador», dijo Casillas.

Y una de las razones para eso es que nadie sabe cómo se le puede lanzar a Sandoval, Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2012 y que busca su tercer anillo como campeón absoluto del Béisbol de Lujo en la contienda que arranca el martes en el Kauffman Stadium de Kansas City.

«Es un asesino con el palo», describió Casilla. «Es como Vladimir, que bateaba mucho hasta con los pitcheos malos. A veces hasta con un piconazo era capaz de sacar la bola. Si le tiras la bola lejos [del plato], Pablo le pega también».

En este sentido, Casilla recuerda el único turno en el que se midió a Sandoval cuando vestía el uniforme de los Atléticos de Oakland. «Le pegó a un pitcheo malo, pero le dio tan fuerte que la tuvo que capturar el outfielder golpeándose contra la pared. Le dije, ‘Pablo, la próxima vez que te lance, te voy a tirar tres rectas por el medio a ver qué haces».

Sandoval soltó una tremenda carcajada.

«Sí, recuerdo ese turno, era un pitcheo alto, una recta alta, en cuenta de tres y dos, pero le pegué bien y la bola la fildeó Coco Crisp llegando a la pared», rememoró Sandoval. «De verdad es que esa es una habilidad que Dios me dio. No sé cómo, pero les doy [a los pitcheos malos]. Y trato de no trabajar en eso ni de preocuparme de eso, solamente trato de poner la bola en juego, es una de las cosas que sé hacer».

Y si usted piensa que todo el mundo se sorprende cuando Sandoval le pega fuerte a lo que para muchos es una piñata o saca un doblete por el bosque izquierdo con un lanzamiento que viene tan afuera del plato que la pelota necesita comprar un boleto para entrar al estadio, aquí les va ésta: cuenten a Sandoval entre los que también quedan estupefactos cuando eso ocurre.

«A veces me sorprendo a mí mismo por todos los hits que doy con pitcheos tan malos», confesó Sandoval en su amena conversación. «No sé, es mi manera de jugar. Los lanzadores se frustran, porque ellos piensan que esos envíos son buenos para ellos y deberían ser malos para mí». (Lasmayores.com)




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.