Esto obstruye la vía pública y dificulta la circulación. (Foto Carlos Andrés Pérez)

Luis Felipe Hernández

Pasarla bien parece ser una religión y los valencianos lo tienen muy claro. La urbanización El Viñedo es conocida por una de sus calles, la de los Café, en la avenida Monseñor Adams y 143 la Ceiba, precisamente por sus sitios idóneos para comer, tomar y bailar.

Pasar un rato bien era el objetivo de Héctor Freile, un joven de 20 años. Cuando intentó estacionar su vehículo un sujeto lo abordó. Pensó que lo iba a robar. Pero no.

Era un parqueadero. Cien bolívares era la tarifa por un puesto de estacionamiento y, según, cuidárselo. «Es anticipado, rey». Freile no tuvo más opción que entregarle el dinero. Ya había escuchado que estos sujetos se vuelven peligrosos si no se les paga.

Si no hago esto no llevo comida para la casa. Uno de estos parqueadores, quien prefirió sólo ofrecer su apodo: «El Lobo». Reconoció la rivalidad entre ellos, al punto de agredirse físicamente si cuidan carros “ajenos”. Por local se reparten los automóviles que deben aparcar y vigilar.

El trabajo, como lo llama El Lobo, se basa en indicarles a los visitantes dónde deben estacionarse. Se toma en cuenta que los espacios están en la vía pública, lo que parece no importarles, porque colocan cavas o gaveras para apartar los improvisados puestos.

«Si alguien se baja y no paga, me hago el loco si veo que le están abriendo su carro. La gente me da 50 bolívares pero ahora por Navidad estamos cobrando 100». Es un negocio que se desarrolla en las cercanías de los establecimientos comerciales que no cuentan con estacionamientos privados.

Los asíduos visitantes de la Calle de los Cafés denunciaron que los parqueadores actúan de forma violenta, física y verbalmente. Aparte de cobrar montos excesivos por un puesto de estacionamiento y cuidar los automóviles, algunos al parecer venden drogas, especialmente a quienes acuden a discotecas.

Alcaldía intenta manejar la situación

La alcaldía nos va a carnetizar, expresó El Lobo. El director del Instituto Autónomo Municipal de Tránsito y Transporte, Carlos Ramos, lo desmintió. «Buscamos medidas para resolver la situación, registrarlos no es una de ellas».

Lo que se ha hecho es lograr que los comerciantes se hagan responsables de los parqueros. Ramos aclaró que los dueños de los locales contratan a estas personas para que trabajen en un espacio determinado.

Este negocio es ilegal

El abogado y dirigente del Movimiento por la Calidad del Transporte Público, Ramsés Reyes, expresó que aceras y calles son bienes de dominio público. Generar un aprovechamiento económico por parte de un particular limita a las personas a hacer uso de ellas. «Eso constituye la ilegalidad del negocio».

Reyes se apoyó en la Ley de Transporte Terrestre, que es la que tiene como finalidad garantizar el libre tránsito de las personas. Cualquier elemento que signifique un obstáculo a ese derecho es un golpe a la legalidad.

Se deben crear estacionamientos públicos

No hay estacionamientos públicos suficientes para cubrir la demanda. Ramsés Reyes enfatizó que deben crearse o habilitarse, a fin de evitar la acumulación de automóviles en lugares donde no deben estar, como en este caso.

Mientras el ocio y el entretenimiento reinan los fines de semana en la Calle de los Café, existen personas como El Lobo, que entre necesidad y la viveza buscan la forma de conseguir dinero. Pensar en una solución viable donde todos salgan beneficiados parece ser una tarea difícil, no imposible.




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