EFE
El movimiento de izquierdas Marcha Patriótica
pidió en una carta al máximo jefe del Ejército de Liberación Nacional (ELN),
Nicolás Rodríguez Bautista, alias «Gabino», que esa guerrilla cumpla
las promesas de no asesinar a comunistas en Colombia y no enfrentarse con las FARC.
En la misiva, Carlos Lozano Guillén, vocero de Marcha Patriótica y director del
Semanario Voz, en donde fue publicada la rúbrica, asegura que aún en Arauca el
ELN sigue asesinando comunistas. Son crímenes cobardes contra gente inerme y
desarmada. Usted debe ordenar que se suspendan esos actos viles.
El pasado 10 de marzo fue asesinado por el ELN en la localidad de Arauquita,
ubicada en el departamento de Arauca, Milton Escobar Rodríguez, hijo de un
miembro de Marcha Patriótica y quien se desempeñaba como escolta de Martín
Sandoval, secretario general del partido de izquierda Unión Patriótica en esa
región.
También en Arauca perdieron la vida en hechos violentos durante agosto Anderson
Martínez, hijo de un exconcejal de la Unión Patriótica, y Gil de Jesús Silgado,
militante del Partido Comunista Colombiano.
En marzo de este año, Marcha Patriótica denunció que en los últimos años han
sido asesinados 112 de sus miembros.
En la carta, Lozano Guillén le recuerda a Rodríguez Bautista una reunión que
sostuvieron en 2007 en Caracas en donde el líder guerrillero consideró
«inconcebible» los enfrentamientos con las FARC.
Alias «Gabino» dijo el pasado 1 de septiembre que respetará las 23
Zonas Veredales de Transición y Normalización (ZVTN) y 8 campamentos, donde se
reunirán los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como paso previo a la dejación
de armas y la desmovilización.
El Gobierno colombiano y las FARC alcanzaron el 24 de agosto un acuerdo de paz
tras casi cuatro años de diálogos que esperan firmar protocolariamente el
próximo 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena de Indias.
El pasado 30 de marzo, el Gobierno y el ELN anunciaron en Caracas el inicio de
una fase pública de diálogos, pero hasta el momento las partes no han avanzado
más allá de esa declaración, en parte por la negativa del grupo guerrillero a
liberar a los secuestrados y renunciar a ese delito, tal y como reclama el
Ejecutivo.