Pocos productos en los anaqueles.. (Foto Carlos Andrés Pérez)
Dayrí Blanco
Vacíos lucen los anaqueles donde usualmente se exhibían productos de higiene personal y aseo del hogar en los comercios de la ciudad. Al parecer la escasez no da tregua. Ni los recientes incrementos de precios la han podido combatir. Durante el último año la demanda ha superado de forma considerable la oferta. En 50% han disminuido los despachos de los proveedores.
Los empresarios del sector habían manifestado en reiteradas oportunidades que estaban trabajando a pérdida, como consecuencia del congelamiento de los precios desde hace dos años. La Superintendencia de Precios y Derechos Socioeconómicos (Sundde) hizo lo propio. Los ajustes alcanzaron incrementos de hasta más de 60%. Aún así persiste el desabastecimiento.
Durante las últimas cuatro semanas, los artículos pertenecientes a este rubro han sido despachados únicamente a cadenas de farmacias y supermercados. Minoristas y mayoristas han quedado excluidos. Esto ha provocado intensificar las medidas de seguridad de los establecimientos. En las cajas o áreas especiales se entrega el producto en venta regulada de dos o cuatro unidades por persona, depende de la disponibilidad. Los consumidores, luego de hacer una larga cola no tienen la garantía de cumplir con su objetivo de compra. Es probable que antes de que llegue su turno la mercancía se haya terminado.
La variedad de estos productos también está escasa. De más de cien marcas y presentaciones diferentes de desodorantes que se exhibían hace un año, ahora escasamente aparecen 10 de forma intermitente. Igual pasa con los pañales. Llegan en cantidades limitadas y en una o máximos dos tallas.