Esperar autobus para recorrer visitar otro supermercado ya es común. (Foto Carlos A. Pérez)
Luisa Quintero
Recorrer más de un supermercado se ha transformado en tarea habitual para los valencianos, debido al poco abastecimiento de productos regulados. Tomar autobuses, taxis, ir en moto o carro particular son las opciones que tiene el ciudadano para abastecer en los días permitidos por el terminal de cédula.
Las colas tampoco cesan. Dos reconocidos supermercados de Mañongo estaban repletos debido a la llegada de detergente en polvo, mantequilla, aceite y pasta regulada, café y harina de maíz. Luego de adquirir un producto iban por el siguiente supermercado para abastecerse, mientras que los que ya había conseguido su cometido se resguardaban del sol para abordar el transporte público.
En el Bicentenario de la avenida Bolívar las colas habían finalizado alrededor del mediodía pues ya se había despachado la leche en polvo, aceite y pollo. Rosa García esperaba un autobús para dirigirse a otro supermercado pues estaba disponible el papel de baño. Desde la semana pasada estaba en su búsqueda pero la venta por terminal de cédula no la favoreció. También aprovecha las visitas a los establecimientos comerciales para surtir a algunos familiares.
Hasta tres supermercados puede recorrer Cristina Pérez en su carro durante los días correspondientes. La clave es ir acompañado a realizar las compras y estar pendientes de las bolsas. Algunos productos suelen ir para su casa pero otros suele destinarlos para familiares o amigos que no lo consiguen como leche, harina o pañales.
