La entrada a playas, como Huequito, da pena. (Foto Archivo/El Carabobeño)
Litzy Sanz Nava || lsanz@el-carabobeno.com
Garantizar su ecosistema y ofrecer un rostro más higiénico para así hacerlas más atractivas a la vista de temporadistas, serían los fines de un plan permanente de limpieza y mantenimiento del circuito de playas y balnearios asentados en Puerto Cabello, sugerido por visitantes y lugareños.
La gran acumulación de desperdicios espera a los usuarios en estos escenarios desde antes de ingresar al mar, para disfrutar de sus cálidas aguas. Una muestra de ello es playa Huequito, cuya entrada es lo más parecido a un improvisado botadero de basura.
La intervención de una corriente que trae todos los desechos de las costas venezolanas hacia Golfo Triste, en las costas carabobeñas y falconiana, poco tiene que ver con las montañas de basura orgánica, cachivaches y cuadrúpedos muertos en estas zonas.
Más allá de los escombros vegetales y animales del mar que llegan a la orilla, el ecosistema que reside en estos espacios, tiene que lidiar con envases plásticos cuya resistencia al tiempo y los embates de la naturaleza son inigualables, precisó el oceanógrafo Andrés Osorio en declaraciones ofrecidas, días atrás, para reforzar la campaña que desde hace décadas abandera a favor del cuidado y preservación del Parque Nacional Morrocoy en Falcón.
Mientras la basura en sitios como playa Huequito, es un problema que ha sido denunciado hasta la saciedad por prestadores de servicio turístico en el sitio y residentes de zonas aledañas, como el pasado mes de julio, gana cada vez más espacio.
Jhon Atencio, habitante de Puerto Cabello, manifestó que el abandono del lugar ha hecho que aumente la contaminación en el sitio. La basura que se encuentra a lo largo y ancho del trayecto, si bien es cierto que es consecuencia de la ausencia del aseo urbano, también lo es el hecho de que usuarios inescrupulosos tienen su cuota de responsabilidad, sentenció.
Personas a bordo de camiones o camionetas tipo pick-up lanzan basura en el lugar. Situación que es conocida por las autoridades del Instituto Autónomo Municipal para el Ambiente (Iamproam), pero hasta la fecha no hay respuestas, pero tampoco acciones de gobierno que le dé un coto a tales atropellos contra la naturaleza y los 15 mil turistas que cada fin de semana suelen frecuentar estos lugares de esparcimiento.
Como en playa Huequito, hay otros escenarios en los que nadie se ocupa de limpiar el camino o la orilla, excepto en campañas como la dada para celebrar el Día Mundial de las Playas. Pero la presencia de neumáticos, palos, maleza, electrodomésticos en mal estado y animales muertos, demanda de un plan permanente y sustentable.
El plan del gobierno porteño que busca convertir la jurisdicción en una referencia turística internacional, no se puede logra si no hay seguridad y los balnearios no cumplen con las condiciones mínimas de limpieza.
