Dayrí Blanco
De lunes a sábado. Todos los días a la misma hora. Siempre
de noche llega la mercancía a los establecimientos de la cadena Farmatodo en
Carabobo. Antes del amanecer ya una larga cola se forma, y de 8 a.m. a 12 del
mediodía todo se agota. Bastan esas cuatro horas para que se venda lo que
duraba hasta cinco días exhibidos en los anaqueles.
Desde que inició el desabastecimiento la historia parece
estar al revés. “Ahora llega más cantidad de productos y se acaba más rápido”,
expresó Simón Pacheco, representante sindical de la red de comercios en la
región. Antes del inicio de las colas, el bachaqueo y la escasez, llegaba media
paleta de pañales dos veces a la semana, lo que es igual a 60 paquetes en cada
entrega, ahora los proveedores envían dos paletas y media, que en su conjunto
son 300 empaques casi a diario y que no son suficientes para abastecer el
mercado. Lo mismo pasa con el resto de los productos de higiene personal.
Pacheco denunció que desde hace un mes, al menos en el
Farmatodo para el que trabaja, en La Campiña, se suspendió el bloqueo por una
semana que hacía el sistema a clientes para la compra de productos regulados.
Además, las captahuellas no están acopladas con las computadoras de las cajas.
Eso ha permitido que los revendedores compren hasta dos veces en un mismo día y
se intensifique la crisis.
La propuesta del sindicato que está en plena conformación,
es el uso de la base de datos que maneja cada tienda de los compradores para
que a través de un sistema de apareamiento se evite que los clientes compren
más de lo que necesiten y se pueda normalizar la situación. “La mercancía está
llegando, pero se vende muy rápido”.
