Luis Alejandro Borrero| @LABC7
La inseguridad lo tenía agobiado. Así
que contrató un vigilante privado para su negocio. Pasó en el centro comercial
Free Market, en Naguanagua. Pero a ese dueño de una tienda lo seguían robando,
hasta que decidió cerrar e irse. “De 600 locales se ha ido casi 50% de los
propietarios”, comentó Elizabeth Mejía, quien fuera vecina de ese emigrante. La
mujer se queda cada vez más sola.
Está asustada. Son al menos 3 jóvenes, quienes Mejía se atreve a decir que son menores de edad. Los robos no
cesan. El último, comenta, fue uno de los más impactantes. Uno de los 3 vigilantes del centro comercial trató de frustrar un robo. Terminó con 3 disparos e internado en un hospital del que, para este viernes, estaba estable.
“Tenemos apenas 3 vigilantes cuando deberían ser 10”
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Hace 3 años los propietarios del
centro comercial decidieron cerrar una de las entradas laterales. Su desespero
comenzaba. Con ello intentaban cerrar vías de escape, y que los vigilantes
disponibles tuvieran más cobertura. “Pero de los 3 hombres, 2 son de
avanzada edad, por lo que no hay mucho que puedan hacer. ¡Necesitamos
colaboración de la policía municipal!”.
Debería haber más patrullaje. Mejía
entiende que quizá no se puede desplegar un punto fijo de la policía municipal
en las afueras del centro comercial. Pero clamó que por lo menos pasen con más
frecuencia. No es solamente la vida de los vigilantes, sino de las personas que
visitan por distracción el sitio y podrían terminar baleadas.