(Foto: Archivo El Carabobeño)

 Luis Alejandro Borrero || lborrero@el-carabobeno.com

En las comunidades la preocupación se transforma. Primero es la falta de agua: pasan días sin que por los grifos salga algo. Luego, cuando al fin llega, el color, olor y sabor es cuestionable. “El agua está cochina”, relata al dirigente vecinal Carlos Graffe sobre el testimonio de una señora con 78 años en sector Antonio José de Sucre de la parroquia Miguel Peña. 

Cinco de los siete días de la semana no hay agua en ese sector. Según el plan de abastecimiento de la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro) solo habrá agua martes y viernes en la mañana. “Pero los vecinos tienen que esperar hasta la madrugada para que llegue agua”, sostiene Graffe. El racionamiento forzoso es inexplicable y criminal, cuestionó. 

Para Manuel Pérez Rodríguez, director general de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua (FMCA) el racionamiento de agua es por la incapacidad de Hidrocentro para potabilizar el agua del embalse Pao-Cachinche, principal fuente de agua para consumo humano de la región. “En el embalse lo que tenemos son aguas cloacales”. 

La planta potabilizadora Alejo Zuloaga recibe agua del embalse, las trata y las envía a los hogares. Pero al ser aguas con tan poca calidad, es imposible potabilizarlas. Eso explica que, aunque en el embalse está lleno, en su cota 353,28 metros sobre el nivel del mar (msnm) no haya la disponibilidad que en épocas anteriores, argumentó el ingeniero. 

El embalse llegan cerca de cinco mil 600 litros por segundo de aguas sin tratamiento de las cloacas de Valencia, el transvase en 2007 del Lago de Valencia y la descarga de empresas. Suma a la pésima calidad la inoperatividad de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Mariposa. 

Hidrocentro Alega Prevención

Pero la hidrológica ha respondido. Mantiene firme su tesis: la sequía. Luigina Cercio, presidenta de Hidrocentro confirmó que a Pao-Cachinche no se le ha dejado de extraer agua. “Si lo hiciera ¿Cómo le mandamos agua a Valencia, Naguanagua, San Diego, Libertador y parte de Los Guayos?”, se preguntó en una entrevista exclusiva a El Carabobeño el 21 de enero. 

Aunque reconoció que no podía hablar sobre el estado del embalse, Cercio explicó brevemente que la razón por la que Hidrocentro raciona es porque se debe prever que el fenómeno climático El Niño arrecie contra Pao-Cachinche. La evaporación acaba con cerca de mil litros por segundo en el espejo de agua, confirmó la ingeniera. 

Hay contradicciones. En esa misma entrevista, Cercio explicaba que El niño afecta solo al litoral carabobeño, no a Pao-Cachinche, que está en el municipio Libertador, a 30 kilómetros al suroeste de Valencia. Pero aún así aplican racionamiento porque no se sabe cuánto podrá durar el período seco.  




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