Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
Se le veía cansado. Ya contaba dos noches en el calabozo del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) sin tener certeza de por qué estaba ahí. El jueves a las 8:00 a.m. salió por fin de la sede de la policía política, y estuvo por más de cuatro horas de un lugar a otro. La orden era clara: a Oscar Suárez, gerente de la planta San Joaquín de Cervecería Polar, debían imputarlo. El delito elegido fue desacato a la autoridad, y luego de una audiencia de una hora ante el Tribunal Segundo de Control en Carabobo fue sentenciado a un régimen de presentación cada 30 días y prohibición de salida del país.
A las 12:45 p.m. llegó al Palacio de Justicia a bordo de una camioneta verde claramente identificada con la unidad de investigaciones estratégicas del Sebin. Pero ya había estado ahí antes. Fue la primera parada obligada que le hicieron en la mañana. Estuvo solo por unos minutos antes de ser trasladado a la subdelegación Mariara del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) para cumplir con el debido proceso que establece el registro del caso en la jurisdicción donde se cometió el presunto delito. En el caso de Suárez, quien es además director de la Cámara de Industriales de Carabobo, fue en la planta de San Joaquín.
Ahí estuvo por largo rato mientras sus dos abogados esperaban por él en los tribunales. En las cercanías del portón que da entrada a los procesados también había un grupo de trabajadores, todos identificados con sus uniformes de Empresas Polar. “Óscar no está solo. Aquí estamos nosotros para acompañarlos, apoyándolo, porque él no ha hecho nada malo. Lo único que hace es trabajar”, expresó Ana Rodríguez. Unos minutos más tarde se le vio llegar a algunos gerentes de otras plantas de la firma como Metalgráfica. La intención era la misma: rechazar la acción emprendida desde el Ejecutivo.
A las 5:15 p.m. inició la audiencia de presentación liderada por el juez José Negrete y el fiscal Guisei Noe. 60 minutos después se conoció la sentencia. En las afueras del Palacio de Justicia un grupo de trabajadores esperaban a Suárez para celebrar su libertad condicional.
La contraparte
En San Joaquín la situación era diferente. Más de 100 trabajadores se concentraron en el lugar para manifestar una vez más su solicitud al reenganche. “Pero esa figura no aplica porque ellos no están despedidos, sino suspendidos”, aclaró la gerente legal de Cervecería Polar, Sibeya Gartner.
José Pulido, parte de la fracción de la nómina de la planta que aún no ha sido llamado a reincorporarse, dio su versión de los hechos. Explicó que desde la inspectoría se hizo el primer llamado a atender el fallo de reenganche de 186 personas, pero no fue acatado. Unos días más tarde se hizo una segunda visita y la respuesta de la gerencia fue la misma. “El martes 19 fue el tercer llamado, y como dice la ley el reenganche debe hacerse forzoso y en compañía de autoridades de fuerza pública como el Sebin”, y así se hizo, pero no se escuchó el argumento de la empresa y la decisión fue la detención de Óscar Suárez.
En Zulia
En la planta Modelo del estado Zulia se repitió el procedimiento. Funcionarios de la Inspectoría del Trabajo paralizaron a las 2:00 p.m. del jueves las operaciones en el lugar. El término “reenganche” también se utilizó para referirse a la reincorporación del personal que aún no ha sido llamado por la gerencia con el reinicio de la operación en la empresa.
En este caso fueron 14 los funcionarios que realizaron la visita, entre ellos un inspector con documento en mano en la entrada principal, donde se impidió el acceso a los trabajadores que debían reemplazar a los que estaban de guardia.