Luis Alejandro Borrero || lborrero@el-carabobeno.com

Se sabe contundente. Jacqueline Rodríguez es el tormento de los poderosos del agua. Suelta una carcajada cuando escucha que si por culpa suya en Hidrocentro -estatal responsable de la calidad del recurso-  deberían empezar a creer en fantasmas. 

Eso ha sido ella: la sombra indeseable de quienes manejan una empresa gubernamental estratégica, y que por culpa de la ineficiencia y la corrupción, ahora es la responsable por la salud en detrimento de más de tres millones de personas en los estados Aragua, Carabobo y Cojedes. 

Rodríguez es ingeniero químico ambientalista, graduada en la promoción 11º de la Universidad de Carabobo. Es asesora del Centro de Ingenieros de Venezuela, entre muchas cosas por mantener una tesis: el agua no es potable.  

– ¿Por qué ha vuelto?

– Nunca me fui. Tengo dos años sin dar declaraciones. Pero siempre sigo investigando. He vuelto porque llega un momento en que es tanta la evidencia, las imágenes desgarradoras de las plantas, publicadas por El Carabobeño, que no tuve otra opción.  

– ¿Cuál es la calidad del agua?

– En 2015 el agua va cada vez peor. Lo digo con responsabilidad. No hace falta un muestreo porque la gente lo puede ver y oler en sus casas. La razón del racionamiento excesivo y forzoso que está haciendo Hidrocentro es que, para más o menos controlar el agua que sale a la red de tuberías, tienen que bajar la producción en la planta potabilizadora Alejo Zuloaga. 

– ¿El agua que se está consumiendo en Carabobo es potable?

– El Agua no es potable desde hace muchos años atrás. Ya en 2010 yo mostré unos informes y estudios que lo demostraban. Basta que un solo parámetro no esté dentro de norma para que no sea potable. Basta con que tenga color. 

Rodríguez denunció en 2010 que luego del transvase del Lago de Valencia al embalse Pao-Cachinche, principal fuente de agua para los carabobeños, se alteraron cinco valores de la calidad del agua, establecidos en las “Normas Sanitarias de la Calidad del Agua Potable”, publicadas en Gaceta Oficial en 1998. Turbiedad, Hierro, Aluminio y Fitoplancton estaban fuera de norma. 

– ¿Hidrocentro reconoce que hay materia fecal en la planta Alejo Zuloaga?

–    No solo eso, compuestos químicos inclusive. Cuando se hacen estudios de Demanda Bioquímica de Oxígeno en una potabilizadora quiere decir que hay presencia de materia orgánica (heces) en el agua potable. Ese estudio no se debería hacer porque debería ser cero el resultado. 

Luego del transvase el aluminio, que debió estar 0,2 miligramos/litro pasó a 0,5 mg/l. En 2015 ese valor está en promedio 300% fuera de la norma, indicó la ambientalista. Preocupada, habló de las consecuencias de acumulación de aluminio en el cuerpo, asociado con enfermedades neurológicas. 

-Urge una revisión de la norma. ¿Cómo es posible que se permitan valores de trihalometanos (cancerígenos) de 200 mg/l, cuando en Europa se tiene como máximo 90 mg/l? ¿Cómo es posible que nosotros estemos muy campantes con los trihalometanos tan altos, como ha dicho la ingeniero Marina de Estaba, gerente de Captación de Hidrocentro? 

Cuando el agua que ingresa a la planta potabilizadora allí recibe la primera porción de cloro. Eso aumenta el riesgo. “En ese primer shock se disparan los trihalometanos”. Y hace años atrás ya estaban altos los valores “¿Qué vamos a esperar?”, se preguntó. 

Rodríguez explica que en Turmero (Aragua) -que es uno de los últimos puntos de distribución- ya puede verse aluminio sedimentado en el fondo de envases. Significa que los proceso en la Alejo Zuloaga son cada vez más deficientes. 

“El ojo común lo ve como un barro en el fondo de los envases, pero en realidad son lodos aluminizados. 

Además queda siempre un remanente disuelto en el agua que no se va al fondo, dijo preocupada. 

Hay quienes ven el problema como una cuestión de tuberías y bombas hidráulicas. 

Rodríguez no comparte esa practicidad. Prefiere enfocarse en rescatar los cuerpos de agua. Insiste en recuperar el embalse Pao-Cachinche ejecutando las obras de plantas potabilizadoras, depuradoras y colectores de aguas negras en Carabobo. 

– ¿Cuánto tiempo le queda al embalse Pao-Cachinche?

–    Las aguas del embalse califican ahora como 1-C. Es decir: aguas cloacales. Ni que se hagan todas las rehabilitaciones posibles en la planta Alejo Zuloaga, ésta no podrá potabilizar agua tan sucia como la que viene del embalse.

 Estimamos que si no se hace nada, en un período de cinco años el embalse será irrecuperable. 

– ¿El agua hay que hervirla?

– Es complicado. Ciertamente en el agua pueden haber bacterias que matan en horas. 

Pero cuando se hierve se tiene el riesgo que los metales se concentren y las cianobacterias que vienen del agua del embalse Pao-Cachinche suelten cianotoxinas, unas muy peligrosas como las microcistinas, que pueden causar fallas hepáticas rápidamente. 

Rodríguez tiene más preguntas sin responder. Aseguró que los médicos de la región están alarmados por las enfermedades que ya están viendo en la población. “¿Cuándo se había visto gente con Alzheimer a los 35 años?”. Se pregunta si quienes hoy están en la directiva de Hidrocentro consumen agua de los grifos. 

 ¿Qué hay que hacer para recuperar Hidrocentro? 

–    Sacar a la directiva. Hacer auditorías. Que se paguen las responsabilidades que sea por este crimen de lesa humanidad que se está cometiendo contra la gente. Luego, hay que restituir a quienes fueron botados, personas altamente preparadas, con experiencia en el manejo de las plantas. 

– ¿Usted aceptaría trabajar o tener un cargo allí?

-Ni en Hidrocentro ni en el ministerio del Ambiente. 

– ¿Qué esperaría de la nueva Asamblea Nacional?

– Que los diputados se reúnan con los verdaderos expertos, quienes trabajaron en Hidrocentro. Ellos saben cómo resolver este problema 

– ¿Cree que se debe decretar un estado de emergencia nuevamente?

–    Al Gobierno se le aprobaron millones de dólares despilfarrados. Las obras nunca se hicieron, como construir más plantas depuradoras y potabilizadoras y rehabilitar las que ya estaban. Sí estoy de acuerdo con un nuevo decreto de emergencia, siempre y cuando los recursos nuevos se manejen bien, que los diputados ejerzan contraloría. Ya se perdieron más de 100 millones de dólares que aprobó la Corporación Andina de Fomento (CAF). 

– Pero usted tuvo contratistas con el Estado ¿Trabajaría como contratista de Hidrocentro en el futuro?

– No tengo esos intereses. Yo hago todo esto por la gente. Sé que cuando se lea esto y se multiplique el mensaje se estarán salvando vidas. Eso es lo que importa. 




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