AFP
Luego de
ser derribado el avión militar ruso F-16 por turcos en la frontera
siria, Rusia anunció que prepara medidas
económicas contra Turquía, y puso en duda su compromiso de luchar contra el
grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev,
pidió a su gobierno que elabore medidas
de represalia económica contra Ankara, después del «acto de
agresión» de Turquía.
Las
medidas económicas afectarán el comercio, las inversiones, el empleo de mano de obra,
el turismo, el transporte aéreo o el ámbito cultural, reforzando controles sobre los productos agrícolas y alimentarios
turcos, aduciendo violaciones de las normas sanitarias.
Este es el incidente más grave desde que
Rusia iniciara el 30 de septiembre su intervención en Siria, pero ambos países
descartan una escalada militar en la región.