La planta fue cerrada hace 25 días. (Foto Archivo/El Carabobeño)
Dayrí Blanco
Sin apoyo del Estado. Así se sienten los trabajadores de Suramericana de Soplados, planta que fue cerrada por el patrono hace 25 días, por haber dejado de facturar durante los últimos nueve meses. Para ellos es ilógico que el Gobierno nacional le siga aprobando dólares a las ensambladoras para que importen tanques de gasolina, en lugar de reactivar la planta.
No puede ser que se continúe desangrando a nuestro país, expresó Yepsi Rodríguez, secretaria general del sindicato de la empresa. El miércoles 22 de octubre Rodríguez se reunió con Juan Carlos Toro, funcionario Ministro de Trabajo, quien le dio una respuesta desalentadora. “No podemos obligar a las empresas manufactureras de vehículos a que les compren a ustedes”. Cuestionó que no se apoye la producción local y se prefiera recurrir a la importación.
Todo indica que se ha condenado a la empresa a su cierre definitivo. Desde que la gerencia decidió poner fin a sus actividades, las 23 personas que formaban parte de la nómina se han mantenido resguardando el inventario de material y maquinaria. Durante ese tiempo ningún ente del Estado ha ido a inspeccionar la situación. Nadie los ha escuchado.
