Luisa Quintero
Pasadas las 5:30 p.m. Rosa Amaya sabe que conseguir transporte hasta su casa en Bárbula es difícil. Algunos autobuses de las rutas que van hacia esa zona desde la avenida Lara, no cumplen con el recorrido completo, por lo que debe tomar hasta dos unidades para llegar a su vivienda.
La bomba Santa Ana se ha transformado en un punto de trasbordo para los usuarios. Amaya denunció que muchos de los transportistas que incumplen su ruta, solo dan media vuelta y recogen nuevamente pasajeros para obtener mayor dinero en recorridos cortos.
Una situación similar enfrentan los usuarios de la ruta Boquerón-Valencia. Jorge Palacios indicó que después de las 6:00 p.m. algunos buses dejan a los usuarios en el puente cerca de la empresa Firestone y se regresan debido a la gran cantidad de gente que espera transporte público hacia Carlos Arvelo. Otros dos autobuses forman parte de su recorrido para llegar hasta su casa en la Candelaria.
Abordar un transporte público en horas pico se ha dificultado en los últimos meses para trasladarse por la Gran Valencia. Al menos 70% de las unidades se encuentra fuera de servicio debido a los altos precios de baterías, cauchos y repuestos, manifestó Yamileth Solarino, directora de Transporte Público de la Alcaldía de Valencia.
Cifras similares citó Adolfo Alfonso, del Sindicato Único del Transporte de Carabobo. Desde hace un año se agudizó la situación del transporte público debido a la paralización de al menos siete mil unidades en el estado. Las diversas reuniones con representantes del Gobierno nacional no han solucionado los problemas de los transportistas por lo que esperan un mayor compromiso para garantizar el servicios de transporte a los usuarios.
