(Foto Archivo)

Cristhopher Borrero

José Gregorio Briceño, dirigente estudiantil de la Universidad de Carabobo (UC), inició una huelga de hambre en rechazo al posible cierre de El Carabobeño y en defensa de las libertades de información y expresión. El joven se apostó a las 06:30 p.m. en la plaza central del Centro Comercial Omnicentro, en Naguanagua.

Unos 15 estudiantes brindaron apoyo moral y logístico al huelguista. Frente a la amenaza que atraviesa el Diario del Centro, a punto de dejar de circular tras 81 años de existencia, el ucista exigió el cese inmediato de la represión, la censura y el hostigamiento en contra de los medios de comunicación que no se pliegan a las exigencias gubenamentales.

Briceño instó al presidente del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, Hugo Cabezas, a que venda el papel que el diario El Carabobeño necesita para continuar circulando. El estudiante solicitó al gobernador, Francisco Ameliach, que sea intermediario en las negociaciones por papel y también que se interese por la liberación de los presos políticos.

Hay miedo. “Tomar este tipo de protesta como una herramienta de lucha atemoriza a cualquiera, pero cuando se lucha por una causa justa el miedo desaparece”. El estudiante reconoció que sus padres y familiares están preocupados por su salud, pero se mostró enérgico y esperanzado.

Briceño alertó a los carabobeños sobre la trascendencia de su lucha. Explicó que el cierre eventual del periódico obstruiría una ventana hacia la pluralidad y la calidad informativa. “Esta no es una lucha estudiantil, es una lucha de todos los carabobeños”.

ESTUDIANTES SIN RESPUESTA

Temprano, un grupo de estudiantes fue a la gobernación, a buscar una respuesta del gobernador a la carta que introdujeron hace mes y medio, en la que le solicitaban su mediación ante el complejo Maneiro para que éste le venda papel a El Carabobeño. Los documentos están perdidos, fue lo expuesto por el secretario de Gobierno de Carabobo, Gustavo Pulido.

El dirigente estudiantil Wleiber Ramones entendió esta postura como un irrespeto al movimiento estudiantil carabobeño. “El secretario de Gobierno tampoco ofreció una respuesta de parte de Ameliach para mostrar su solidaridad con el diario y sus trabajadores”.

La libertad de expresión y el derecho al trabajo de cientos de personas se ven afectados por la decisión de no otorgar la materia prima para que una institución como el Diario del Centro siga circulando y la razón es que muestra una visión diferente a lo que quiere el Gobierno nacional, manifestó el estudiante Francisco Abreu.

Al retirarse de la gobernación, los estudiantes acordaron iniciar la huelga de hambre en apoyo a El Carabobeño y en rechazo al silencio de Ameliach.




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