Luis Alejandro Borrero | @LABC7 lborrero@el-carabobeno.com

La institución muestra su peor cara. Jessy Divo lo reconoce apenada. La Universidad de Carabobo está llena de maleza. En la UC no hay dinero ni siquiera para cortar la grama. El mantenimiento es imposible en las casi 300 hectáreas de terreno del campus Bárbula. Es un espacio hermoso, pero solo si se puede atender lo que demanda, explica. “La situación de la universidad no es ni la óptima, ni la que merecemos”.

Es la peor crisis de los últimos siete años. La UC tenía recursos para funcionar solamente hasta abril en 2016. La sobrevivencia y continuidad de clases en la casa de estudios depende ahora de la asignación de dinero por vía de créditos adicionales, lamentó el lunes Jessy Divo de Romero, rectora. “Pero las asignaciones han sido insuficientes”.

Todos los servicios son abarcados por la crisis: desde transporte hasta el comedor. Se prescindió entre 56% y 67% del personal de las empresas que prestan servicios, como el ornato y mantenimiento de la estética. También vigilancia, dice preocupada. El aumento de salario disparó los costos.

En la sede central solo se sirve almuerzo en el comedor. El núcleo de La Morita no ha tenido la misma suerte. Está cerrado y Divo duda que sin recursos pueda ser reabierto en el futuro inmediato, explicó el lunes en conferencia de prensa. “La hiperinflación se está comiendo el presupuesto universitario”.

Hubo una reunión entre funcionarios del Ministerio de Educación Superior y los rectores de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu). Ocurrió el pasado jueves. Hay ofrecimientos, pero no hay respuesta. “Confiamos en que la gestión del viceministro Andrés Eloy Ruiz dé los resultados prometidos y esperados”. Reconoció que los recursos para honrar el anuncio del aumento de salario de 54% hecho por el presidente Nicolás Maduro sí llegaron. Pero para funcionamiento no hay.

El pasado viernes hubo un desembolso del Ejecutivo. 240 becas fueron aumentadas. 100 preparadurías, 60 ayudantías y 80 becas estudio. Un millón 200 mil bolívares es la cuenta. Las becas serán de cuatro mil bolívares por estudiante. Divo se reunirá con la dirección de asuntos estudiantiles y otros órganos para definir cómo distribuir los beneficios que, según dejó entrever, considera insuficientes.

La convocatoria de estudiantes no es la misma. A veces por los llamados a paros de profesores. Otras por el racionamiento de Corpoelec. Cuando no es una cosa, es otra. La estatal eléctrica nunca atendió la propuesta de la UC para racionalizar los cortes energéticos. No hubo respuesta ni siquiera para decir que no a la solicitud. “Es un trato criminal contra una institución de educación superior. Los apagones nos causan un daño enorme”.




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