Darío Sánchez García
Vecinos de la urbanización La Pradera, en San Joaquín, contabilizaron 25 delitos, entre robos y hurtos de
baterías para carros, cauchos, teléfonos celulares y un asalto de una vivienda,
en las últimas dos semanas.
Los registros engrosan una
estadística que alarma a centenares de propietarios en los edificios Araguaney y Apamate, que posicionan a la inseguridad como el primer problema
del urbanismo.
Delincuentes hurtaron cauchos de dos carros, uno de ellos
quedó en cuatro bloques y le quitaron la batería a tres vehículos la madrugada
del sábado. Todo eso en poco menos de dos horas y 30 minutos, relató Mariadi Hernández.
Los vecinos intentan organizarse para detener los índices de
inseguridad o por lo menos impedir que incrementen ante la inoperancia del consejo comunal, añadió la vecina.
Hernández reconoció que desde el domingo ha sido muy efectivo el patrullaje por los cuadrantes. Ahora hay un
enlace directo con el oficial del cuadrante, apuntó.
Bombillos quemados
Mariadi Hernández indicó que los 60 bombillos
que donó la alcaldía para alumbrar a las calles de La Pradera duraron solo una
semana. “Se quemaron”, criticó.
Los vecinos invirtieron de sus bolsillos 30 mil bolívares para
mejorar el sistema de alumbrado que estuvo apagado hasta el lunes, destacó
Hernández.