La toxicólogo Maritza Rojas habló sobre la potencialidad tóxica del agua. (Foto Sául Zerpa)
Abel Flores Andrade
Durante el último semestre del año pasado en la salida de agua de la Planta Potabilizadora Alejo Zuloaga cinco parámetros superaron -constantemente- los rangos establecidos por las Normas Sanitarias de Calidad del Agua Potable, publicadas en la Gaceta Oficial 36.395 de 1998.
Hubo dos metales que superaron, todos estos meses, el parámetro establecido. El aluminio en diciembre se encontró en 0,92 miligramos por litro (mg/L), cuando lo máximo permitido es 0.2 mg/L. El hierro se ubicó en octubre en 1.02, cuando el límite debería ser 0.3 (1.0) mg/L. Un tercer metal, el plomo, no fue detectado según publicó Hidrocentro en su web.
Solo queda preguntarse: ¿Qué consecuencias tendría consumir agua que según la Organización Mundial de la Salud no cumple todos los parámetros sanitarios? En Venezuela no hay claridad al respecto, no existen estudios oficiales ni científicos.
Con el rigor académico que el tema requiere la toxicólogo Maritza Rojas, quien formó parte de la extinta Comisión del Agua de la Universidad de Carabobo no cree en la rigidez de los números, la variación de lo que pudiera suceder a nivel ambiental y humano sobre el consumo de agua es un tema de susceptibilidad individual”.
Advirtió que está en contra del amarillismo y sensacionalismo. “Asegurar que el autismo en Valencia sería por intoxicación por plomo al consumir agua es mentira”. En todo caso vendría el plomo o el mercurio a ser un exacerbador de desórdenes preexistentes en el sistema nervioso de la persona examinada, porque tampoco todos los seres reaccionan igual.
Ignorancia Científica
Las normas venezolanas sobre calidad del agua potable, incluso otros múltiples parámetros académicos, científicos e industriales, generalmente son copiados del extranjero. EEUU y Europa son las fuentes más comunes de estos estudios.
En el país se han adoptado sin considerar adaptaciones al entorno, clima, genética, ambiente, minerales y hasta idiosincrasia, criticó Rojas. “Generar niveles permisibles es un trabajo demasiado costoso, muy científico y muy aplicado” y ningún gobierno se ha abocado a la tarea, en detrimento de la soberanía y de los ciudadanos.
Mezclas Peligrosas
“Vamos a suponer que dos agentes tóxicos se forman en los sedimentos de un embalse. Si A reacciona -naturalmente- con B. ¿Qué resultado da? En el país estamos en pañales (en cuanto a investigación científica sobre calidad del agua) porque no estamos midiendo mezclas y su potencialidad tóxica”, analizó la académica.
“Quizás el problema va más allá del aluminio y el hierro, pero debe haber rigurosidad al hacer declaraciones, porque a ciencia cierta esos estudios se ignoran en el país”, aclaró.
Nadie puede negar que lo que hay en embalses, lagos y ríos es tóxico, pero hay que saber las cantidades, sus interacciones y cuánto de esto consume el público. Porque como dijo Paraselmo en el siglo XVI: “nada es veneno, todo es veneno; todo depende de la dosis”.
Trihalometanos Y Nitratos
En los sedimentos hay ácidos orgánicos fúlvicos que al reaccionar con el cloro (principal químico potabilizador) forman trihalometanos, bromoformos y cloroformos que se han asociado con el cáncer.
“Esta es una revisión que Hidrocentro debe estar haciendo permanentemente porque estos ácidos naturales son cancerígenos”, sentenció. Por esta razón en otras latitudes se ha comenzado a potabilizar el agua sin productos químicos, por ejemplo con rayos ultravioletas.
Con los nitratos hay un fenómeno que se llama eutrofización, que se forma por nutrientes tóxicos naturales. En desechos industriales se asegura que hay precursores de sustancias que forman nitratos y estos cambian a nitritos y forman metaebominemias, a los cuales los niños son muy susceptibles. Nitratos más aminas forman nitrosaminas y son potencialmente cancerígenos con trastornos intestinales.
Las normas del agua exigen la publicación de estos parámetros, sin embargo no son de dominio público por parte de Hidrocentro.
En Valencia la población no es homogénea, por lo tanto hay sectores susceptibles de padecer enfermedades, incluso con parámetros regulados de calidad de agua. Los niños, embarazadas, enfermos y ancianos son los principales perjudicados.
Hay un problema grave de calidad
Maritza Rojas reconoció que hay un problema grave de calidad de agua en Pao Cachinche por la cantidad de químicos y aguas residuales que se vierten en el embalse. Enfatizó que pediatras hablan de un repunte de enfermedades diarreicas en la población, sin embargo hay que investigar la fuente. “Esos estudios se debieron haber hecho hace ya unos años. Una investigación prospectiva para poder asociar estadísticamente los factores que están causando enfermedades en la población”, dijo Rojas. METALES. El aluminio es un metal pesado tóxico. Las personas deben tener cuidado con los instrumentos de cocina, ya que al usarlos al fuego pueden desprender aluminio escarapelado. El aluminio se ha asociado con neurotóxicidad del sistema nervioso central y con alzheimer. El hierro tiene una ventaja porque es un componente endógeno en el cuerpo humano, sin embargo un aumento del hierro es peligroso. El plomo es el metal más estudiado en Venezuela. La razón es que el territorio latinoamericano es rico en plomo. En el país debió bajar el nivel de plomo desde que se quitó este metal de la gasolina, sin embargo en exámenes toxicológicos se siguen viendo los mismos niveles de plomo. “Es una cosa extraña, y nos da a entender que el contacto con el plomo, al parecer, no vendría por la combustión porque ya se eliminó la gasolina con plomo”. En el país no se recicla el mercurio, como en el caso de los bombillos de luz eléctrica. Ese mercurio se evapora y se inhala produciendo efectos. Todavía hay trabajos de odontología que utilizan amalgamas de mercurio, hay minería informal. El mercurio orgánico produce malformaciones congénitas. Rojas advirtió que en el país no se escuchan investigaciones de cromo, de cadmio ni de níquel, metales muy contaminantes.