La vacuna brasileña contra el dengue entró en la tercera y última fase de pruebas en medio de un
preocupante brote de microcefalia, que científicos relacionaron con el virus
del zika, transmitido también por el mosquito Aedes Aegypti.
La presidenta Dilma Rousseff autorizó el inicio de la etapa del desarrollo del producto por el
estatal Instituto Butantan, uno de los mayores centros de investigación
biomédica del mundo.
Los test se harán
en 17 mil personas de 12 estados de Brasil en centros especializados.
Terminada esta fase, la vacuna será sometida a la aprobación de la Agencia
Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), que evaluará su «calidad,
seguridad y eficacia», explicó el comunicado.
No hay una previsión de cuánto tardará esta etapa.
«Va a depender del reclutamiento (de los voluntarios)
e incidencia del dengue. Si hay mucho dengue, la eficacia de la vacuna puede
ser comprobada más rápidamente. Depende también si tenemos los cuatro serotipos
en todas las cuatro regiones», explicó el director del Instituto Butantan,
Jorge Kalil, citado en el sitio G1.