Gerardo Rangel Sánchez
Ana Martínez tiene más de 20 años viviendo en Trapichito. El agua llegaba todos los días, con los pozos el servicio mejoró. Ahora solo pueden contar con el servicio en horas de la madrugada los martes y viernes, sin una bomba es imposible contar con el líquido. El que recibimos tiene un olor raro, alegó.
El pozo de agua que surte a Trapichito tiene más de seis meses sin funcionar, el motivo: El robo de los transformadores. Antes los habitantes de este popular sector del sur de Valencia contaban con el líquido. En época del gobernador Salas Römer fue construido uno para cubrir la demanda de la comunidad.
Un habitante del sector que prefirió el anonimato comentó que el consejo comunal no cumple con los habitantes de sector. Ellos siempre dicen lo mismo, que pronto van a reparar la bomba y nada pasa, lamentó. Alegó que supuestamente los recursos fueron aprobados.
Wilson Fuenmayor, vocero del consejo comunal, comentó que ellos se han dirigido a las diferentes autoridades a las que compete la solución del problema pero no dan respuesta. Los pozos están paralizados por falta de mantenimiento y el robo de los transformadores.
En proyectos anteriores colocaron los tableros de las bombas y realizaron algunas reparaciones. En esta oportunidad es algo que no pueden solucionar.
Muchos residentes optan por comprar agua a los camiones cisternas, pero este servicio merma el presupuesto familiar de manera significativa. Llenar un tanque promedio cuesta mil quinientos bolívares y dura dos días, todo depende del número de personas que integren la familia.
Fallas En El Alumbrado
Modernas lámparas con tecnología led fueron colocadas en la plaza de Trapichito, pero al momento de su instalación faltaron las fotoceldas, dispositivos que encienden y apagan los bombillos, por esta razón se mantienen encendidas todo el día.
La torre de iluminación del sector instalada en el mandato del alcalde Edgardo Parra consta de nueve lámparas de las cuales una sola funciona y se mantiene encendida a toda hora.
La Inseguridad
Al momento de preguntar por la inseguridad en la comunidad las miradas de los vecinos se cruzaban, el miedo a represalias por denunciar está presente. Solo algunos se atrevieron a hablar.
Después de las 7 de las noche hay una especie de toque de queda, informó una señora que por seguridad no dio su nombre. La delincuencia hace de las suyas. El trasporte público es uno de los más afectados, los choferes solo entran por la manzana cuatro de Lomas de Funval porque en la entrada principal de Trapichito son atracados. En horas de la mañana los habitantes deben caminar para poder abordar una unidad de colectivo público. Este problema es fatal, nos afecta a todos.