La ciudad de Pacaraima, en la frontera
entre el estado de Roraima y Venezuela, está repleta de venezolanos que, en
medio de la crisis de desabastecimiento que está sufriendo el país, viajan
cientos de kilómetros en busca de comida, según reseñó el diario brasilero Folha De S. Paulo.
Hace cerca de 2 meses empezó el peregrinaje. La
mayoría se traslada en ómnibus, y cruza la frontera caminando, porque no se
necesita autorización para esto. Los dos países están vinculados por una ruta,
que tiene algunas barreras policiales y pocos fiscales. Los viajes pueden llegar a durar dos días.
Los
venezolanos cargan mochilas y maletas llenas de dinero. En Brasil, un bolívar
equivale a menos de un centavo de real. Para comprar un bulto de arroz, es
necesario desembolsar miles de bolívares, por eso el gran volumen de billetes
que transportan.
El
flujo de venezolanos en Pacaraima es parecido al que había hacia Colombia. Dos meses atrás, de acuerdo con venezolanos que conversaron con Folha, el Gobierno comenzó a
autorizar la entrada de comida comprada en Brasil. Fue así que comenzó la
travesía hacia Pacaraima.