Sara Pacheco
Hay un hueco entre la avenida Este Oeste número seis y la avenida Norte Sur de la Zona Industrial Norte de la ciudad. Dentro un tubo roto de aguas blancas lo ha transformado en un pequeña piscina, o como lo denominan algunos conductores de gandolas, un jacuzzi. Para José Toledo y varios compañeros es un baño, literalmente.
(Foto/Saúl Zerpa)
El trabajo de viajes en vehículos de carga pesada involucra días fuera de casa, además dormir en el exterior de las empresas hasta que se disponen a abrir y poder cargar el material. José contó que a las cinco de la mañana, por lo general, los conductores toman con envases el agua que sale del tubo para bañarse o lavar la ropa. El líquido es muy limpio.
(Foto/Saúl Zerpa)
Pero Eladia Márquez, quien trabaja en un puesto de comida en la zona, criticó que en el resto de la ciudad existan tantos problemas con la llegada de este servicio a los hogares, mientras que de este lado, se pierden cientos de litros.
“Hidrocentro vino una vez hace como un año”, expresó Rodolfo Correo, otro comerciante del lugar, “pero solo tomaron fotos”. En otros tramos de la avenida Norte Sur, no tienen tanta suerte, pues los brotes son de aguas servidas.
(Foto/Saúl Zerpa)
Algo que no cambia es la cantidad de huecos que parece incrementarse con el pasar de los años. Es de conocimiento general la cantidad de vehículos pesados que transitan, pero los botes destruyen poco a poco el asfalto.
(Foto/Saúl Zerpa)
Eladia recordó cuando eran más pequeños, hace solo algunos meses. Ahora califica a algunos como “traga gandolas”. Toda la avenida, con sus diferentes calles de por medio presenta la misma problemática. En algunas áreas se rellenaron los huecos con tierra, pero no llegó el asfaltado, por ende ciertos espacios no se utilizan.
(Foto/Saúl Zerpa)
