Foto: (El Carabobeño / Rafael Freitas)

Desesperanza, desespero y molestia es lo que abunda en la comunidad de Colinas de Guacamaya en la parroquia Miguel Peña. Las razones es la proliferación acelerada de enfermedades de la piel y respiratorias producto del desbordamiento de las aguas negras. 

Niños, ancianos, jóvenes y adultos se mantienen en zozobra,  nadie se salva en la comunidad de padecer de escabiosis, es decir sarna (enfermedad de la piel) por el continuo contacto con el colapso de aguas residuales.

Magaly Briceño, vecina del sector, está desesperada ante esta situación que lleva más de seis años, y la cual se acrecentó desde el 2014.

Un río de aguas negras con olor insoportable ha sido el drama de la proliferación de tantas enfermedades en la comunidad.

Magaly Briceño habitante de la zona, exigió ayuda a los organismos competentes.(Foto: Rafael Freites).

Al llegar el equipo reporteril de El Carabobeño, Briceño no dejaba de decir que era un regalo de Dios, “lo hemos denunciado muchas veces, nadie nos escucha, estamos totalmente desamparados, ayúdennos”.

El 10 de mayo de 2016 el bebé Sebastián Enrique Figueroa Arrieta murió con tan solo un mes de nacido por una infección respiratoria aguda, para los médicos el pequeño tuvo una baja de defensas y se contaminó severamente en el lugar donde reside. «Las aguas negras se desbordan por todas partes», dijeron los padres del niño. 

Su padre, con voz quebrantada mostró el acta de defunción del pequeño, donde se registra la infección respiratoria como causa de muerte.

En la Ciudad Hospitalaria Doctor Enrique Tejera, se encuentra hospitalizada una bebé de tres meses, desde el sábado 28 de enero por escabiosis y afecciones respiratorias.

Mirella Césped, se acercó al equipo reporteril y mostró cómo su cuerpo está lleno de ronchas y su piel reseca, declaró que no consigue las medicinas para tratar la enfermedad. “Intento con recetas naturales, pero no mejoro porque sigo expuesta a las cloacas”

Habitantes de lomas de la guacamaya denunciaron también que la falta de alumbrado publico representa otra de las fallas que agobian a su sector.
Mirella Césped, victima de las enfermedades cutáneas causadas por el bote de aguas negras. (Foto: Rafael Freites).

La comunidad está asentada en el lugar desde hace 11 años y desde que se inició el desbordamiento, han denunciado la situación y las autoridades se hacen oídos sordos.

La junta comunal también les ha dado la espalda, Keila Manosalva expresó que en diciembre quisieron trancar las tuberías para que el desbordamiento no afectará al resto de los sectores, no lo hicieron porque sienten temor que tomen represalias en su contra y no les den las bolsas Clap.

Habitantes de lomas de la guacamaya denunciaron también que la falta de alumbrado publico representa otra de las fallas que agobian a su sector.
Los habitantes exigieron solución para su problema de servicio público. (Foto: Rafael Freites).

Noris Merendez, otra vecina de la comunidad detalló que anteriormente Hidrocentro limpiaba las cañerías, pero nunca solventaron la verdadera problemática que es un cambio de tuberías por unas más grandes para evitar el colapso de aguas negras.

Exigen que las autoridades, tanto gobernación, alcaldía e Hidrocentro se aboquen a la problemática para solucionar el padecimiento de la comunidad.

INSEGURIDAD

Bote de aguas negras en el sector lomas de la guacamaya.
La falta de alumbrado también forma parte de las calamidades del sector Colina d Guacamaya. (Foto: Rafael Freites).

El alumbrado público del barrio Colinas de Guacamaya ha sufrido el abandono, daño y hurtos de los bombillos. “La comunidad es una boca de lobos en la noche” detalló Magaly Briceño.

La inseguridad es otra problemática que afecta a los habitantes del sector, desde las 6:00 de la tarde deben resguardarse en sus hogares. El miedo es una constante en las noches de  Colinas de Guacamaya.

Briceño comentó que sucede como con el desbordamiento de agua negras, ningún ente se acerca a la comunidad por lo cual la delincuencia aprovecha de realizar sus fechorías.




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