El pueblo tomó las calles de las principales ciudades del país para celebra la caída de la dictadura. (Foto Cortesía)

Tomando como en consideración que hoy se cumplen 64 años del derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en Venezuela, el profesor de la Unimet y de la UCV, Gustavo Manzo, realizó un escrito alusivo al momento histórico.

El abogado constitucionalista lo tituló «23 de Enero Democracia y Estado en la Actualidad», el cual remitimos a continuación:

Cualquiera que observa como suceden los hechos en la realidad política venezolana, no entendería el rompecabezas que existe entre política y derecho como ciencia. Un día como hoy recuperábamos la democracia nuevamente extraviada.

Si se da una mirada a la actualidad política, con los elementos mencionados en el título de este pequeño opúsculo, nos daremos cuenta que Venezuela  según la Constitución es una Federación, aunque solo de nombre somos un Estado Federal.

Si la observación se dirige a otros estados allí conseguiremos  varios estados federales y otras formas de gobierno como  el presidencialismo, el parlamentarismo etc.

Las diferencias entre formas de Estado y de gobierno radican en que la primera se refiere a como se organizan los elementos existenciales del Estado ( territorio, población y poder) mientras que la segunda se refiere a la funcionalidad de quien rige los destinos de una nación.

Con las recientes modificaciones luego de aprobada la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, las leyes del Poder Popular y el Proyecto de Ley de las Ciudades Comunales, se termina de configurar una geografía subconstitucional, que dista mucho de su proyecto original, y nos alejamos del cauce democrático.

Este hecho de llevar la Constitución a decir lo que no está en sus palabras y construir un ordenamiento jurídico contra su desiderátum, no es lejano a las modificaciones que ha sufrido el estatuto de la transición, que se suponía un instrumento legal que ordenara la salida del autoritarismo y colocará a los venezolanos en el camino de la democracia.

Prolongar mandatos y no dejar que la separación de poderes opere es un comportamiento tan autoritario como cualquier otro que hayamos visto en el pasado reciente.

Pero ahora se le suma al estadio actual, la posibilidad de que Venezuela sea usada en forma de comodín frente a los problemas de Rusia con la OTAN y Los Estados Unidos por lo que bien vale recordar que debemos retomar la senda democrática en los diferentes poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial ya que todos adolecen de vicio en legalidad y legitimidad y finalmente afirmar que Venezuela no puede servir de base para los Rusos o país alguno

Este planteamiento en Venezuela está resuelto de antemano por el literal de la Constitución que nos dice: » Artículo 13. El territorio no podrá ser jamás cedido, traspasado, arrendado, ni en forma alguna enajenado, ni aun temporal o parcialmente, a Estados extranjeros u otros sujetos de derecho internacional.

El espacio geográfico venezolano es una zona de paz. No se podrán establecer en él bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna manera propósitos militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias.

Los Estados extranjeros u otros sujetos de derecho internacional sólo podrán adquirir inmuebles para sedes de sus representaciones diplomáticas o consulares dentro del área que se determine y mediante garantías de reciprocidad, con las limitaciones que establezca la ley.

En dicho caso quedará siempre a salvo la soberanía nacional.

Las tierras baldías existentes en las dependencias federales y en las islas fluviales o lacustres no podrán enajenarse, y su aprovechamiento sólo podrá concederse en forma que no implique, directa ni indirectamente, la transferencia de la propiedad de la tierra.»

En un aniversario más de la vuelta a la democracia la consolidación de su contrario es  un hecho y nuestro deber cívico señalarlo.

ALGO DE HISTORIA

La fecha del 23 de enero de 1958, lo recoge la historia como el día en que se dio un golpe de Estado en Venezuela, que permitió poner fin a la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez.

Ese día el dictador se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana, a bordo del avión presidencial llamad La Vaca Sagrada.

El primero de enero de 1958 se produjo el primer intento de rebelión militar contra Marcos Pérez Jiménez. El movimiento encabezado por el coronel Hugo Trejo, contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Carcas y Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea.

Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno.

Historiadores relatan que a partir del primero de enero, la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. Se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador.

Se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil. Pero el movimiento popular iba en ascenso; densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen.

Esto significaba pérdida de prestigio en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes del régimen. En las calles sucedían manifestaciones y motines.

A mediados de enero la Junta Patriótica llamó a la huelga general para el día 21. Ese día comenzó la huelga de prensa y horas después, la huelga general convocada por la Junta Patriótica.

El paro se cumplió y en muchos sitios de la capital, se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del gobierno. El 22 se reúnen altos jefes militares en la Academia Militar para considerar la situación. Sus deliberaciones concluyen formando una Junta Militar de Gobierno que pide la renuncia a Pérez Jiménez.

En la noche del día 22, la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron contra la dictadura; y Pérez Jiménez, privado de todo apoyo en las Fuerzas Armadas, huyó en la madrugada del 23 de enero.

El lugar de Pérez Jiménez fue tomado por una junta presidida por el contraalmirante Wolfgan Larrazábal. Pérez Jiménez huyó hacia República Dominicana, pero de allí se trasladó a España, junto a su familia, protegido y mantenido por el dictador Francisco Franco.




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