Ricardo Martinelli. (Cortesía)

La defensa del expresidente Ricardo Martinelli hizo un intento más ante el juez Edwin Torres del Distrito Sur de la Florida para que se le otorgue una fianza a su cliente.

Martinelli ha pasado 25 días en una diminuta celda de la cárcel federal de Miami, lejos del usual lujoso estilo de vida que mantenía antes de ser detenido en su residencia de cinco recámaras en Sunrise Terrace.

Esta vez, los abogados no ofrecen un jugoso y millonario paquete de fianza, sino que pretenden que el caso se califique como uno de ‘circunstancias especiales’ para poder lograr una fianza mientras su cliente espera la extradición.

En un documento presentado ayer ante la Corte, ‘Memorandum para declarar el caso como circunstancias especiales y la excarcelación con fianza’, Marcos Jiménez, representante de Martinelli en Estados Unidos, enumera una serie de factores por los que el caso puede calificarse de esta forma.

La estrategia, que viene desde la audiencia celebrada el 20 de junio, es simple: la defensa busca que el caso sea afianzable para que su cliente pase en casa el proceso.

Sucede que en los casos de extradición la fianza no aplica, más bien es a discrecionalidad del juez, pero solo cuando se trata de casos con ‘circunstancias especiales’ el juez puede decidir en qué condiciones otorgarla.

En resumen, la defensa de Martinelli insiste en que la petición de extradición ‘contiene falsas aseveraciones que se originaron en las acusaciones del fiscal Harry Díaz’. Por lo anterior, la defensa considera que una fianza es apropiada para que el expresidente pueda prepararse de la mejor forma para la ‘larga batalla que le espera contra la extradición’.

Argumentos presentados

La defensa desestimó la declaración jurada del fiscal Díaz.

Alega que el fiscal malinterpretó el caso al confundir la casa proveedora del equipo que se utilizó para las escuchas telefónicas. También resalta que la auditoría de la Contraloría efectuada por la compra del equipo, no menciona a la empresa que realmente vendió el aparato para interceptar teléfonos con el sistema Pegasus, NSO Group Technologies Ltd., sino otra empresa que suministró un equipo para infiltrar computadoras, MLM Protection Ltd.

La defensa efectuó un relato cronológico de las compras que hizo el gobierno de Martinelli sobre los equipos de vigilancia, y reiteró que el último que se adquirió, el de NSO Group, capaz de escuchar conversaciones telefónicas de las víctimas, no se adquirió con fondos del Estado, sino que se pagó a través de la empresa Caribbean Holdings.

La defensa explica que en septiembre de 2016, bajo juramento, Díaz envió un affidavit para robustecer la petición de extradición de Panamá. En el documento, Díaz malinterpretó que el equipo MLM consistía en el Pegasus, y que servía para interceptar los teléfonos, además, que Martinelli había aprobado la compra del equipo de interceptación de celulares por un monto de $13.4 millones. Díaz también describió, según los abogados, la escena del desmantelamiento del equipo una vez pasadas las elecciones presidenciales y también interpretó que se trataba del aparato que suministró MLM, aduciendo que la pérdida del mismo representaba el uso indebido de fondos que pertenecían al Programa de Ayuda Nacional.

Contratos 

En 2010, precisa la defensa, Panamá hizo un contrato con la empresa MLM Protection Ltd. para la provisión de un equipo que incluía un sistema denominado PSS Pc Surveillance System que serviría para ‘infiltrar’ ciertas computadoras, blancos, y recoger secretamente datos en bruto como hojas de Excel, correos, imágenes y audios.

La empresa no especifica que este equipo intercepte llamadas telefónicas. El costo de este equipo, incluido el sistema PSS, fue de $13,475,000. Panamá proveyó los documentos que constatan que estos pagos se hicieron con fondos públicos, sustenta la defensa.

En 2012, el CSN estableció una relación comercial con otra empresa israelí, NSO Contract Materials.

Este contrato, según los abogados, incluía el sistema Pegasus. Se establecía que la compra del equipo era para colectar información de celulares, y el costo fue de $8 millones. A diferencia de la adquisición pasada, en esta ocasión Panamá no produjo ninguna documentación de pago por este sistema.

En agosto 2015, la Fiscalía Anticorrupción inició una investigación sobre el equipo Pegasus, la misma incluía información de que la empresa Caribbean Holdings le había enviado dinero a NSO Group.

La extradición

El escrito de la defensa además argumenta que la queja que completó el Gobierno de Estados Unidos confunde que Pegasus fue comprado con fondos públicos, que el personal de MLM entrenó a los miembros del Consejo de Seguridad y que la Contraloría efectuó la auditoría concluyendo que Pegasus causó pérdidas para el país por haberse adquirido con fondos públicos a la empresa MLM, y que sus representantes entrenaron al personal panameño. La inspección de la Contraloría arrojó que la pérdida del país ascendía a $10,861,857.

‘Ninguno de estos señalamientos es verdad’, sostiene la defensa.

Son los propios abogados de Martinelli quienes señalan que en la audiencia de extradición —y no en la que ellos esperan del juez Torres para que conceda fianza a su cliente— la Corte debe determinar si las pruebas son válidas para sustentar una causa probable.

Según los abogados, ‘el presidente Martinelli probará ante la Corte en la audiencia de extradición que no hay ninguna causa probable de que haya cometido los delitos que le endilgan.

En este sentido, va a demostrar lo que ya está claro en los documentos que aportó Panamá, específicamente, que el magistrado fiscal Díaz malinterpretó los hechos en su declaración jurada, misma falta que continuó repitiéndose en la petición del Gobierno panameño’.

También dicen que en su declaración jurada, ‘Díaz dijo que el equipo se compró con dinero del Estado y que luego desapareció. Esta aseveración es falsa’.

Le recalcan al juez que las ‘malinterpretaciones y omisiones de Díaz no son un inocente error. Ningún testigo ha mencionado la palabra MLM cuando se discutían los seguimientos con los equipos que supuestamente se utilizaron para interceptar. Al contrario, los tres testigos invocaron los nombres de NSO Group como los que entrenaron al personal sobre el equipo de espionaje para interceptar las conversaciones. Este grupo fue quien suplió el sistema Pegasus’, reitera la defensa. (La Estrella de Panamá)




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