Durante todos estos años que se ha venido conversando y colocando en la mesa del debate político, el tema de los partidos políticos y la sociedad civil, se cae con suma facilidad en definir una frontera que se ha convertido en un instrumento malicioso de división entre los venezolanos que en su gran mayoría forman parte de la oposición venezolana.

Y es que siempre se ha insistido en el asunto de lo que se llama sociedad civil, instituciones, etc., como entes separados de las organizaciones políticas y que no tienen nada que ver con ellas y hasta en ocasiones se les sataniza, se les somete al escarnio público e incluso se les dicta sentencia al mejor estilo del recordado Fraile Tomás de Torquemada.

Si bien es cierto que en muchas ocasiones nuestros partidos y dirigentes han cometido errores importantes y algunos hasta los siguen cometiendo, también no es menos cierto que la sociedad civil no puede actuar para pulverizar a los mismos ya que ese es un gravísimo error que terminaría por darle más oxígeno a un régimen de espíritu y acción castro comunista.

Y el hecho fundamental está en que nosotros nos deberíamos hacer las siguientes preguntas: ¿Quiénes conforman los partidos? ¿Acaso no están constituidos por militantes?, ¿Y esos militantes no son venezolanos por nacimiento o por naturalización?, ¿Y es que esas personas no son también ciudadanos que forman también parte de la “sociedad civil”?

Entonces, nosotros creemos que a estas alturas del juego y de la lucha democrática, pensamos que hay que derribar ese paradigma o ese muro mental entre lo que se ha querido dividir para comprender que los partidos políticos son y forman parte de la sociedad civil y que como tales nosotros no podemos actuar para destruirlos.

Para ello hay tres vías: Una es formando parte de ellos, otra constituir partidos nuevos y una última que es la de crear grupos u organizaciones para ofrecerles asesoría y también para hacerles presión bajo argumentos de peso en los momentos que por alguna circunstancia la gente crea que la cuestión no va por el camino correcto.

Aunque sea una frase más que trillada , recordemos que no hay democracia sin partidos políticos y constituir gobiernos en base a individualidades sin ningún tipo de organización y sin objetivos concretos que tengan un basamento en lo académico, en lo económico, en lo social y en lo político, de seguro que ese gobierno terminará por estrellarse porque se convertiría en una especie de “Torre de Babel” donde nadie se entendería y además generaría un estado de anarquía que pudiese hasta lograr que un maléfico sistema castro comunista pueda regresar.

En consecuencia, es nuestro parecer que hay que tener mucho cuidado con algunos asesores y analistas políticos que todavía andan por ahí en esa tónica de levantar aún más las barreras entre la “sociedad civil” y los partidos políticos cuando estos forman parte de un todo.

La responsabilidad del ciudadano es la de apuntalar, asesorar porque las cosas mejoren y participar de manera activa en el cambio que la sociedad venezolana necesita. Y es por ello que después del 20 de mayo ha nacido una nueva actitud, se comienza a observar una especie de proceso de reunificación porque es imperiosa la necesidad de lograr que el país retome el camino de la democracia, el progreso y la paz a través de una salida democrática, pacífica y constitucional. Quienes crean que éste no es el camino y prefieren otro tipo de acciones se les respeta su decisión, pero no la compartimos pues esas salidas nunca se saben hacia donde nos llevan y que puede ser mucho peor de lo que ya estamos viviendo.

Recuerden que las crisis de los países no tienen fondo, pero también que las naciones no quiebran. Aquí el problema económico se va a rescatar en corto y mediano plazo con la aplicación de una política coherente, lo que sí va a tardar mucho tiempo va a ser el rescate de la moral, la educación y el respeto ciudadano que éste régimen comunista ha implantado como mecanismo de dominación.

 




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.